El dispositivo de propaganda oficial que buscó enfrentar a las familias y a los estudiantes contra los maestros no evitó que miles de alumnos universitarios, secundarios e incluso de las escuelas primarias acompañados de sus familias, salieran a las calles a respaldar la huelga por los salarios de pobreza que paga Rodolfo Suarez.
Ya el mismo lunes, en el inicio de la huelga, en distintos caravanazos en los departamentos se vio alumnos respaldando con sus pancartas a los docentes y celadores. Y este miércoles, en la marcha que marcó el cierre de tres días de paro, estudiantes de toda la provincia se plegaron a las protestas.
Dos referentes estudiantiles fueron las que abrieron los discursos de cierre de la marcha: Camila Lucero Clark, secretaria del centro de estudiantes del IES 9-001 de San Martín, y Melisa Farías, del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas.
"Repudiamos a este Gobierno y a los medios que no hacen otra cosa que denigrar a los trabajadores", arrancó Lucero Clark.
"Estamos acá defendiendo y luchando por nuestros compañeros que viajan desde lejos, que trabajan, que tienen hijos, que con el Progresar no les alcanza. Exigimos al gobernador que responda nuestras demandas. Que garantice la educación en las periferias y no sólo en los radios céntricos, que reconozcan la realidad que se presenta hoy en los institutos de Educación Superior y que garantice el Boleto Educativo Gratuito", postuló.
Luego exhortó a que el Ejecutivo "entienda que la educación es un derecho de todos" y que "la lucha no es sólo de docentes sino de toda la comunidad educativa".
A su turno, Melisa Farías arrancó aplausos masivos al repetir frente a la multitud: "No hay forma de que exista calidad educativa con salarios de miseria".
"¿Hasta cuándo nos van a perseguir a los pibes y las pibas con la policía?" interpeló después al Ejecutivo, que en la última semana mandó a las escuelas agentes policiales para corroborar el nivel de acatamiento.
Las palabras de las dos estudiantes precedieron a los demás oradores, y fueron seguidas con atención por sus compañeros de otros centros de estudiantes, la FES, entre otros que se sumaron a la marcha.