Tras el anuncio de la retirada de YPF de los pozos maduros que operaba en Mendoza para concentrarse en el fracking en Vaca Muerta, organizaciones sociales y un exsenador del FIT presentaron un recurso de amparo ambiental para obligar a la petrolera a reparar los pasivos ambientales y exigir al Gobierno de Mendoza a que no habilite la retirada de la empresa hasta que estén remediados los pasivos.
El amparo ingresó en el Juzgado Federal de Mendoza número 2, a cargo de Pablo Oscar Quirós.
El amparo pretende que YPF asuma, previo a la venta o cesión de áreas hidrocarburíferas, "la responsabilidad total y el costo de la reparación de los pasivos ambientales incluyendo la limpieza de suelos contaminados, la remediación de aguas subterráneas y superficiales, y cualquier otra medida necesaria para restaurar el ambiente afectado en las áreas que dispuso su venta o cesión.
Estas áreas son Barrancas, Río Tunuyán, Ceferino, Mesa Verde, La Ventana y Vizcacheras, El Portón, Chihuido de la Salina, Altiplanicie del Payún, Cañadón Amarillo, Chuhuído de la Salina S y Confluencia Sur , Llancanelo y Llancanelo R".
La medida judicial fue impulsada por Jennifer Ibarra (Fundación Cullunche), Felipe Luis Sanchez, (Asamblea Popular por el Agua), Alberto Orlando Lucero (Asamblea Socioambiental por el Agua de Guaymallén) y Lautaro Jimenez (exsenador del FIT).
Con el amparo pretenden también que la empresa determine los pozos que deben ser cerrados temporal o definitivamente, asumiendo los costos y responsabilidad de ejecutar los cierres conforme la resolución 5/96 de la Secretaría de Energía y Combustible de la Nación.
También esperan que YPF se responsabilice de manera solidaria con el tratamiento de pasivos ambientales una vez que otras empresas tomen el control de los pozos y que "se declare la inmediata suspensión de cualquier operación de venta o transferencia de las áreas petroleras de propiedad de YPF S.A. mencionadas hasta que se realice un informe completo de impacto ambiental de sus actividades en dichas áreas, de los pasivos ambientales generados, incluyendo el plan para su reparación, y de la determinación de los pozos que podrían ser cerrados temporal o definitivamente".
La retirada
En Mendoza, YPF aspira a retirarse de 14 áreas convencionales, que fueron divididas en tres clústers: Mendoza Norte, agrupa a los bloques maduros Barrancas, Río Tunuyán, Ceferino, Mesa Verde, La Ventana y Vizcacheras.
La producción total de Mendoza Norte, ubicado sobre la cuenca Cuyana, es de 11.725 barriles diarios de petróleo (bbl/d), mientras que suma 99 km3/d de gas.
Mendoza Sur, que está también en la cuenca Neuquina, contiene El Portón, Chihuido de la Salina, Altiplanicie del Payún, Cañadón Amarillo, Chuhuido de la Salina S y Concluencia Sur. Produce 2.090 bbl/d de crudo y 844 km3/d de gas.
El clúster Llancanelo, también en Mendoza, cuenta con las áreas Llancanelo y Llancanelo R y produce 1.818 bbl/d de petróleo y 2 km3/d de gas.
"Las consecuencias de este proceso privatizador de las áreas que hoy tiene concedidos sus permisos la petrolera YPF afectan derechos patrimoniales, laborales y ambientales de la población y la Provincia de Mendoza", se lee en el amparo.
Párrafos más adelante agrega:
"YPF S.A. es responsable de los pasivos ambientales generados por sus actividades en las áreas petroleras mencionadas, de acuerdo con los principios de responsabilidad ambiental establecidos en la Ley General de Ambiente (Ley 25.675) y otras normativas ambientales aplicables en Argentina. La empresa ha llevado a cabo operaciones petroleras que han causado daños al medio ambiente, incumpliendo con sus obligaciones legales de prevenir y mitigar los impactos ambientales de sus actividades.".
Los pasivos tras la retirada
Según un completo informe presentado semanas atrás por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la retirada de YPF y los consecuentes cambios en el mercado implican un riesgo real de que ingresen empresas sin la suficiente capacidad técnica, ni de capital, para practicar un negocio de “ordeñar la vaca” y dejando un “pague dios” en un futuro con la paralización total de los yacimientos y dejando los pasivos ambientales sin sanear.
"Debe tomarse muy en cuenta el enorme costo económico los pasivos ambientales y el riesgo ambiental que conlleva no sanearlos, exigir su remediación, y/o considerar los montos estimados de los mismos en todas las negociaciones", indica el reporte.
Este es el amparo presentado: