Leonid Tishkov va con su Luna creciente a cuestas y logra cuadros poéticos en colaboración con artistas que lo apoyan en su iniciativa, que comenzó en el 2003. Galería de imágenes.
El artista ruso Leonid Tishkov tiene una luna creciente propia, que pasea por el mundo para fotografiarla en escenarios distintos.
La idea de Tishkov surgió cuando le pidieron hacer una instalación al aire libre en un lugar pintoresco cerca de Moscú donde había un pino viejo, que Tishkov se imaginó iluminado por la luz de la luna. Recordó una pintura de Rene Magritte llamada Le 16 Septembre [1955] en la que hay una luna creciente sobre un árbol.
El proyecto de Tishkov se llama "Luna Privada" (Private Moon), y comenzó en 2003 como una instalación de arte en homenaje a Magritte. Desde que comenzó, el proyecto ha pasado por unos 15 países. En la mayoría de ellos, el artista colabora con otros fotógrafos para crear y registrar sus instalaciones.
En la primera serie, hecha en Rusia, cada fotografía va acompañada de versos escritos por Tishkov. La historia comienza cuando un hombre encuentra una "luna perdida" en un ático. Al decidir cuidar el cuerpo celeste, termina convirtiéndose en un "ser mitológico, que vive en el mundo real como si estuviera en un cuento de hadas fantástico".