Fue tras un informe de la Policía Militarizada, que concluyó asimismo que los bomberos no cometieron fallas durante su actuación en el combate a las llamas y el rescate de las víctimas de la tragedia, ocurrida el pasado 27 de enero.
Ocho bomberos que actuaron en el incendio de la discoteca Kiss, en la sureña ciudad brasileña de Santa María, fueron procesados este miércoles por su responsabilidad en la tragedia, que el 27 de enero último dejó 242 muertos y decenas de heridos graves.
Según la investigación seis bomberos -un capitán, dos sargentos y tres soldados- no inspeccionaron correctamente el local nocturno ni exigieron a los dueños tomar los recaudos para evitar siniestros, según un despacho de la agencia alemana de noticias DPA.
Otros de los efectivos -un sargento y un teniente coronel- fueron procesados por la participación del primero en la gestión de la empresa que realizó los planos contra incendios del local.
Los investigadores de la Policía Militarizada, responsables por el informe, concluyeron asimismo que los bomberos no cometieron fallas durante su actuación en el combate a las llamas y el rescate de las víctimas de la tragedia, ocurrida el pasado 27 de enero.
Siete de los imputados continúan trabajando en el cuerpo de bomberos, pero pueden ser cesados durante el proceso, en tanto el teniente coronel fue separado del cargo poco después de ocurrida la tragedia.
El informe será analizado por el comandante de la Brigada Militar de Santa María, coronel Fabio Duarte Fernandes, quien tiene dos semanas a partir de hoy para emitir su perecer -que puede ser de conformidad total o parcial o de disconformidad- y enviar el reporte a la Justicia Militar de Río Grande do Sul.
La divulgación del informe fue acompañada por integrantes de la Asociación de Familiares de Víctimas y Sobrevivientes de la Tragedia de Santa Maria (AVTSM), invitados a participar del evento por la Brigada Militar.
El incendio ocurrió después de que un integrante del grupo musical que animaba la fiesta estudiantil, Gurizada Fandagueira, lanzara una bengala cuyas chispas alcanzaron el revestimiento del techo del local, hecho de material altamente tóxico e inflamable.
Las llamas se expandieron rápidamente por el recinto, provocando la muerte de más de 200 personas y dejando más de un centenar de heridos graves.
La tragedia fue comparada con la ocurrida el 30 de diciembre de 2004 en el boliche porteño Cromañón, donde una bengala encendida dentro del local cuando iniciaba su actuación el grupo Callejeros encendió la media sombra que pendía del techo y la densa y tóxica humareda mató cerca de 200 personas, en su mayoría jóvenes.
Tras la tragedia en Brasil cuatro personas fueron procesadas con prisión: los dos dueños de la discoteca y dos integrantes del grupo musical.
Sin embargo, todos fueron liberados la semana pasada por la Justicia para que puedan aguardar en libertad el juicio, que tendrá sus primeras audiencias a fin de junio.
