Publicaron Alabardas, la novela inconclusa de Saramago, un alegato contra la industria del armamento

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La inconclusa novela Alabardas del Premio Nobel portugués José Saramago, testamento literario y alegato contra la industria de armamentos, fue publicada por el sello Alfaguara para América Latina, con textos y comentarios del italiano Roberto Saviano y el crítico español Fernando Gómez Aguilera.

Saramago dejó escrito tres capítulos -alrededor de 80 páginas- de Alabardas, la historia de Artur Paz Semedo, un empleado administrativo de una fábrica de armas de Portugal, a quien su mujer ha dejado porque se tornó militante pacifista.

El propio Paz Semedo ingresa en crisis existencial luego de leer ensayos del francés André Malraux sobre la guerra civil española y el fusilamiento de trabajadores de una fábrica de armas de Milán por sabotear la producción.

El "arrepentido" Paz Semedo comienza a explorar los archivos de la empresa en la que trabaja en la búsqueda de conexiones con el franquismo durante la Guerra Civil Española, tal como le recomienda, a modo de recriminación, su esposa.

La guerra entre Bolivia y Paraguay a comienzos de la década del '30 ingresa en el listado de las víctimas que también son responsabilidad de los empleados burocráticos y administrativos como él, pues han ayudado a vender obuses y cañones por el mundo.

"Es posible, quién sabe, que quizás pueda escribir otro libro", especulaba Saramago en agosto de 2009, detallando en una entrevista que su fuente de inspiración era una historia -que le adjudicaba a Malraux- de trabajadores de una fábrica de armas fusilados en Milán, aunque admitía que "la memoria me puede jugar una mala pasada".

Saramago se preguntaba "por qué nunca se ha producido una huelga en una fábrica de armas" y anticipaba que la novela se titularía "Belona", el nombre diosa romana de la guerra, que posteriormente modificó por el de un arma del medioevo.

La obra incompleta de Saramago incluye ilustraciones del escritor alemán y también Premio Nobel Günter Grass en una faceta poco conocida de su creatividad.
También incluye las notas manuscritas que dejó el escritor antes de su muerte en junio de 2010, que anticipaban la dirección que se proponía para proseguir su novela, algunas escritas en febrero de ese año.

"Vete a la mierda", era la frase final que Saramago había reservado como remate de su novela, pronunciada por su mujer, según sus apuntes. Para entonces, debían transcurrir reconciliaciones y nuevas separaciones, siempre por "culpa" de la fábrica de armamento y la pasividad de Paz Semedo. A su vez, el italiano Roberto Saviano -autor de Gomorra, sobre la mafia napolitana-, incorpora al libro un emotivo homenaje sobre otras víctimas de la violencia.

Saviano traza un puente entre el burócrata Paz Semedo que intente "rebelarse" y los periodistas Tim Lopes de Brasil y el mexicano Rodolfo Rincón Taracena, asesinados por sus investigaciones sobre la prostitución infantil en las favelas de Río y el tráfico de drogas del cártel de Sinaloa, respectivamente.

Fuente: Ansa

 

 

 

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