Rajoy recortó el acceso al fármaco contra la Hepatitis C, que llegará a menos del 1% de los enfermos

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El fármaco que combate de manera eficaz la Hepatitis C cuesta 60 mil euros en un tratamiento completo. Foto: Getty

 

El esperado y costoso fármaco contra la hepatitis C, una enfermedad que sufren alrededor de 800.000 personas en España, solo llegará al 0,6% de los afectados en un año. El Ministerio de Sanidad y el laboratorio estadounidense Gilead alcanzaron en septiembre un acuerdo sobre el precio del sofosbuvir, de nombre comercial Sovaldi, del que solo ha trascendido que el Gobierno destinará 125 millones de euros en el primer ejercicio para financiarlo, según informa el diario El País.

El tratamiento cuesta 25 mil euros y solo tendrán acceso a él menos de 5 mil pacientes de los 800 mil existentes. El gobierno llama a esta restricción "racionalización del uso de los tratamientos, simplificando y clarificando la pauta al clasificar las terapias en función del tipo de paciente".

Es evidente que el alto costo del medicamento es lo que motiva tan drástica reducción de las terapias que van a brindarse a los y las enfermas. Pueden adornarlo con otras palabras, hablar de "racionalización" pero lo cierto es que es esa la causa. Podemos decir entonces que es evidente que salvar la vida de casi un millón de personas no está entre las prioridades de las autoridades sanitarias ni del gobierno. Parece ser que las prioridades siguen pasando por otro lado como la compra de armamento para reprimir protestas sociales, la necesidad de generar recursos para no bajar un céntimo los gastos de la casa real o para distribuir los sonados sobres.

El recorte se enmarca en un contexto mayor que eleva la responsabilidad a los gobiernos de toda la Uniçon Europea: Bruselas rechazó en junio pasado la iniciativa francesa de crear una plataforma europea específica para combatir el elevado precio del medicamento más avanzado para combatir la hepatitis C.

Tanto los países miembros como la Comisión Europea aseguran compartir la preocupación francesa, pero consideran que ya existen otros instrumentos en el seno comunitario para coordinar esta batalla contra la carestía del producto derivada de su coste.

Fuente: El País/Kaosenred.net

 

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