Después de perder las elecciones, de tener problemas para pagar salarios públicos y hasta de tener que caminar con muletas por una lesión futbolera, la naturaleza le regaló al gobernador Francisco Pérez un motivo para celebrar: la montaña está nevada, una carnada indispensable para redondear la cifra de 300 mil turistas que proyecta el Ejecutivo para las vacaciones de invierno.
El surtidor de divisas potabilizadas por el la actividad turística no está en riesgo por causas naturales, sino que el flujo será favorecido por la nieve acumulada en los centros de esquí y otros atractivos cordilleranos. En un parte de prensa oficial de este domingo se dio cuenta de la actividad a pleno de todos los servicios y atractivos de Los Andes.
Los temporales de alta montaña complicaron el tránsito por la ruta internacional a Chile, con muchas horas de paso cortado, durante la semana pasada. Esas contingencias jugaron a favor de la acumulación de nieve en los centros de esquí y otros sitios que sin nieve se las rebuscan pero no tienen respuesta a la principal expectativa que generan.
El jefe de la cartera de Turismo, Javier Espina, consideró que a esta altura del desarrollo de la actividad turística en la provincia "no hay dependencia de la nieve", pero sin nieve no es lo mismo el invierno para los turistas que piensan en Mendoza en esa estación, entre otras cosas, para ser testigos de los copos y protagonistas de las alternativas de esparcimiento que presenta la acumulación de la nieve precipitada.