Representantes de los pueblos originarios recibieron la llegada del año 5521 al pie de la réplica del templo Kalasasaya, en Jujuy

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Apenas despuntó al alba se encendió una gran fogata alrededor de la cual Mama Quilla, amauta espiritual de El Alto, en Bolivia, realizó una invocación pidiendo al Padre Sol que a nadie le falte nada.

 

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Foto: Télam.

Representantes de pueblos originarios de distintas regiones del continente y Argentina esperaron con los brazos en alto la salida del Tata Inti (el sol) en el comienzo del año 5521 del Willkakuti (el retorno) al pie de la réplica del templo de Kalasasaya, en Jujuy.

Sobre la monumental estructura de piedra, cuya puerta mira hacia el este frente a las serranías del Zapla, y con la pre cordillera de los Andes a las espaldas cubierta con un manto de granizo, miles de personas recibieron las energías con los primeros rayos del sol.

Las comunidades aborígenes habían iniciado los preparativos de la ceremonia al comienzo de la noche pasada y esta vez, luego de por lo menos cuatro años nublados, se elevó el sol mientras al unísono gritaron "jallalla, jallalla, jallalla", saludo fraterno que significa `viva`.

Apenas despuntó al alba, se encendió una gran fogata, alrededor de la cual Mama Quilla, amauta espiritual de El Alto, en Bolivia, realizó una invocación pidiendo al Padre Sol que a nadie le falte nada y todos tengamos una buena vida, mejores cosechas de la tierra, trabajo y por la organización.

El pedido alcanzó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, como también a todos las naciones del continente y a sus pueblos originarios, y la bendición para Milagro Sala, líder de la Red de Organizaciones Sociales.

Tampoco faltó un pedido para el presidente Evo Morales y bienestar para el pueblo plurinacional.

Mama Quilla pidió por la recuperación de las tierras de los originarios y llamó "inquilinos" a los colonizadores españoles, cuyos descendientes ahora deben devolver las tierras a "irse a sus casas".

Fueron momentos muy emotivos cuando se escuchó el ronquido de los Tinka Mullo (conchas marinas gigantes) y con el gran disco de fuego en las alturas se desató la alegría entre los presentes celebrando y agradeciendo los buenos augurios para el año recién iniciado.

No faltó la música andina con sikuris, tampoco el Pim Pim música de los pueblos guaraníes, y como si fuera poco en el festejo repetidas veces atravesaron de norte a sur, bandadas de loros y una formación de teros.

Mama Quilla, Milagro Sala, Raúl Noro, el amauta Limber Nina, de La Paz, entre otros representantes, caminaron alrededor de la fogata a la que en señal de agradecimiento arrojaron cerveza y vino, como ofrendas también a la Pachamama (Madre Tierra)y se repartió hojas de coca en estado natural.

Entre los presentes se encontraban Carlos Huarque, representante del pueblo Maya de Guatemala; Freddy Condo, aymara de Bolivia, representante de la Coinbo; Hipólito Acebey, de la Federación de Pueblos Indígenas del Paraguay y Ángel Medina, integrante de la Codempe, principal asociación indígena de Ecuador.

Participaron integrantes de los Pueblos Kollas, Ava Guaraní, Tupi Guaraní, Wichi, Qom, Mocovi, Mapuches, Comechingones, Diaguitas, Quilmes, Chorotes, Aymaras, Mayas, Uitotos, Piratapuyo, Pilagá y Charrúas, entre otras comunidades y organizaciones indígenas.

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