Robó 3 millones de euros de su empresa, se operó para desfigurarse, y lo atraparon igual

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Así quedó el coreano operado. No tan distinto. Foto: diario Chosun.

La Policía surcoreana detuvo a un hombre que supuestamente robó 4.700 millones de wones (unos 3,27 millones de euros) de la empresa en la que trabajaba y que después se sometió a cirugía plástica para cambiar su rostro, informó el diario Chosun.

Las autoridades han revelado, tras su detención, que el acusado, al que solo han identificado por el apellido Yoon y del que han dicho que ronda la treintena, transfirió dinero de la empresa a seis cuentas bancarias que abrió a su nombre en 2012. Yoon empezó a trabajar hace dos años en el departamento financiero de un fabricante de semiconductores en la provincia Chungcheong del Sur (oeste), donde fue detenido en una casa que había alquilado a través de un amigo.

En solo dos días el acusado consiguió desviar 4.700 millones de wones y se desplazó después hasta Seúl, donde hizo efectivos 3.360 millones (2,34 millones de euros), antes de que la empresa se percatara y alertara a las entidades bancarias.

La compañía alertó a la Policía de inmediato y ofreció 100 millones de wones (unos 70.000 euros) de recompensa por su captura.

El hombre viajó entonces a la provincia de Jeolla del Sur (suroeste) y enterró la mitad del dinero en un monte cercano a su ciudad de origen, y la otra parte en una casa de esta provincia, según las autoridades.

Al mismo tiempo, Yoon gastó 610 millones de wones (unos 425.550 euros) en una operación de cirugía plástica para despistar a sus captores.

Varios retoques

Yoon se sometió al bisturí el 21 de enero y en el procedimiento se agrandó los ojos, se retocó la nariz y se estiró la cara. Pero le quedó la cara muy china, algo que no simpatiza a los coreanos.

“Ni siquiera sus excompañeros lo reconocieron al verle”, explicó al diario Chosun el oficial Koh Wook- hwan del departamento de policía de Asan. Dos amigos del detenido han sido detenidos acusados de ayudarle a comprar un teléfono móvil y a alquilar dos casas. Pero la Policía acudió a las postas que iba dejando el ladrón tras de sí para atraparlo.

Ahora deberá pasar un buen tiempo en la cárcel y tendrá, además, que lidiar con su nuevo rostro, que no es seguro que le agrade del todo, pues dicen que no le quedó muy bien, para el gusto de los orientales, especialmente de las chicas coreanas.

Fuente: Infonews

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