Rousseff enfrentó otro día de protestas masivas, esta vez con exigencias de reformas de todo tipo en su gobierno

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Cientos de manifestantes tratan de bloquear el acceso al estadio Fonte Nova en Salvador de Bahía. Foto: Juan Barreto, AFP.

 

Otra protesta masiva se dio en más de 80 ciudades de Brasil este jueves y a diferencia del lunes, cuando en todas las protestas se escuchó un reclamo preciso y concreto en boca de la mayoría por el no aumento del transporte, esta vez no surgió ningún elemento unificador, ningún cántico que primara sobre todos los demás. La corrupción, el exceso de gastos en el Mundial de 2014, la educación, la salud… Todas esas cuestiones se reflejaban en las cartulinas de los manifestantes. Pero ninguna reinó sobre la otra.

La ola de protestas, en tanto, se cobró un muerto, aunque no fue por represión policial. Un joven de 18 años fue atropellado en un bloque de una calle por un automovilista en una camioneta en Ribeirao Preto, interior del estado de Sao Paulo, según Agencia Folha.

En Río de Janeiro, la periodista Thiare Valenzuela informó que se reportan hasta los momentos una cifra de siete heridos y un periodista afectado por la represión policial de la municipalidad a las manifestaciones que dejaron de ser pacíficas.

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Cientos de carteles en protesta entre otros por la subida de las tarifas en el transporte público, son exhibidos por los manifestantes de la ciudad de Recife. Foto: Yasuyoshi Chiba, AFP.

Valenzuela explicó que el Gobierno Federal “no tiene ningún tipo de inherencia en cuanto a las decisiones de aumento o no de los servicios públicos”, sino que se trata de una decisión de los gobiernos municipales, que ya revocaron la medida de incrementar el precio en la tarifa de los boletos de transporte.

Pero del malestar por los aumentos en los precios del pasaje de transporte público, las protestas viraron a la exigencia de reformas directas al Gobierno central en los distintos servicios públicos.

Por su parte, la corresponsal de Telesur en Brasilia, Graciela Requejo, informó que las manifestaciones que concentraron a más de 250 mil personas en la explanada de la Plaza de los Tres Poderes se “encuentran depredando los alrededores, la violencia es indetenible”, en referencia a la serie de destrozos que llevaron a cabo los manifestantes, arremetiendo contra los cristales de las infraestructuras adyacentes.

Del transporte a los reclamos de todo tipo

Las marchas se repiten en otras ciudades y carece de liderazgos identificados, comenzaron con la exigencia de revocar el aumento del precio en el boleto de autobús, metro y tren, pero pese a que se suspendió el aumento, se sumaron otros reclamos y denuncias, como la inversión que hace el Estado para la Copa Confederaciones y el Mundial 2014, a pesar de que este evento deportivo sea de gran importancia en cuanto al turismo.

Las protestas comenzaron la semana pasada en San Pablo, exclusivamente contra la subida de las tarifas del transporte público, pero fueron añadiéndose otras reivindicaciones, como el reclamo de mayores inversiones en salud y la educación públicas, y críticas a los elevados gastos del Gobierno para organizar eventos como el mundial de fútbol de 2014.

El lunes, una multitudinaria marcha en Río de Janeiro culminó con una invasión a la sede de la Asamblea Legislativa, que quedó parcialmente destruida, por lo que para hoy las autoridades pusieron barreras de protección en todos los edificios considerados "sedes del poder" por los grupos minoritarios que protagonizan los destrozos.

"La voz de la calle tiene que ser escuchada"

Tras estos hechos, que se replicaron en San Pablo y Brasilia, Rousseff dijo el martes que "la voz de la calle tiene que ser escuchada" y elogió el espíritu democrático de los manifestantes, de quienes dijo que han "enviado un mensaje directo a los gobernantes".

"Las manifestaciones comprueban la grandeza de nuestra democracia y el civismo de nuestra población" y suponen "un mensaje directo a los gobernantes en todas las instancias", aseguró.

Desde entonces 12 alcaldías, incluyendo las de San Pablo y Río, ya anunciaron la anulación de los aumentos en los pasajes de colectivo, subte y tren, pero los manifestantes mantuvieron sus convocatorias en al menos 80 ciudades "para que el pueblo festeje", según dijo el paulista Movimiento Passe Livre (MPL), convocante originario de la protesta en la mayor ciudad del país.

La decisión de gobernantes provinciales y municipales, tanto oficialistas y aliados como opositores, de "ceder" a esa primera demanda popular, fue criticada por analistas locales, quienes piensan que puede convertirse en un "tiro por la culata".

"¿A dónde nos lleva esto? ¿Cuál es el sentido de estas protestas y qué pueden hacer por nosotros?", se preguntó el columnista del diario Folha de Sao Paulo Hélio Schwartsman, quien dijo que se reservaba "el derecho de guardar una saludable dosis de escepticismo" respecto de lo beneficios de, en este caso, la baja de la tarifa.

Esa crítica coincidió con la esbozada por el MPL, que alertó que su idea siempre fue que la reducción de la tarifa fuera compensada con una correlativa reducción de la rentabilidad de los empresarios del transporte.

Fuente: Telesur/diario El País/ diario El Mundo/ Télam

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Unas 300.000 personas se manifestaron por las calles del dentro de Rio de Janeiro. Foto: Sergio Moraes, Reuters.
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