Daniel Scioli estuvo en Mendoza en el tramo final de la campaña de cara al balotaje del domingo. En el marco de un raid por distintas provincias, el candidato oficialista llegó acompañado por el candidato a vice, Carlos Zannini, y una lista de dirigentes que lo siguen en la carrera presidencial. El candiato repitió las promesas hartamente difundidas en la campaña y los aderezos discursivos que le fue agregando después de ganar por tres puntos las generales, en las que tenía expectativas de sacar 10 puntos de ventaja.
El ausente con aviso fue el gobernador Francisco Pérez, quien fue convocado al Banco Nación de la Ciudad de Buenos Aires, a instancias del ministro de Economía, Axel Kicillof, a la misma hora que desembarcaba en Mendoza la campaña presidencial del candidato oficialista. La necesidad de plata y su desempeño en las elecciones que hubo este año fueron determinantes para que el mandatario fuese corrido del video del cierre del proselitismo en la Provincia en un año electoral interminable, en parte por culpa de la decisión de Pérez de adelantar los comicios provinciales.
Los intendentes peronistas que ganaron el pago chico fueron invitados a rodear al presidenciable durante su corta estadía en Mendoza. Emir Félix, de San Rafael, Jorge Giménez, de San Martín, Alejandro Bermejo, de Maipú, Sergio Salgado, de Santa Rosa, Martín Aveiro, de Tunuyán, y Roberto Righi, de Lavalle.
Con Scioli y Zannini llegaron Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta, y Diego Bossio, titular del ANSES, que administra el programa Procrear, que estuvo en la agenda mendocina del gobernador bonaerense.
Scioli prometió subir la cuota de coparticipación de Mendoza, una cuestión de dudoso cumplimiento puesto que la modificación de la Ley de Coparticipación requiere la unanimidad de los gobernadores. En un discurso pronunciado ante la militancia que se reunió en un complejo habitacional en construcción con financiamiento de Procrear en la Capital, Scioli repasó las promesas que fue hilvanando en la campaña, que comenzó con el discurso del desarrollo y mutó a un cóctel con la seguridad y los peligros que engendra Mauricio Macri para quienes no quieren volver a la política del menemismo.