Se mantiene la toma de rehenes en el centro comercial de Nairobi, en la cual se registraron al menos 68 muertos

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Los heridos ascendieron a 175, la mayoría por disparos o esquirlas de granada, según el último informe difundido por el Ministerio del Interior del país africano.

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El grupo extremista somalí que irrumpió el sábado en un centro comercial en Nairobi, continuaba este domingo manteniendo en su poder a un grupo de rehenes en una toma que ya dejó 68 muertos y cosechó el repudio de la comunidad internacional.

Al caer la noche, la Cruz Roja nacional informó que la policía encontró nueve nuevos cuerpos cuando entró a una sección del centro comercial, pero como aún se cree que hay una decena de atacantes con un número desconocido de rehenes en el edificio, las autoridades estimaban que el saldo de víctimas podría crecer.

Entre las víctimas fatales se cuentan tres ciudadanos británicos, dos franceses, dos indios, un sudafricano, una mujer china, un médico peruano que trabajaba con Unicef y el Banco Mundial, un reconocido poeta ghanés y un sobrino del presidente keniano Uhuru Kenyatta, según confirmaron los gobiernos de cada uno de los países.

La ministra para los franceses en el exterior, Hélene Conway-Mouret, denunció  que las dos víctimas francesas era madre e hija, y fueron "ajusticiadas" en el estacionamiento del centro comercial.

En tanto, los heridos ya ascienden a 175, la mayoría por disparos o esquirlas de granada, según el último informe difundido por el Ministerio del Interior del país africano.

Desde que comenzó la toma de rehenes y los tiroteos, alrededor del mediodía de ayer, las fuerzas de seguridad consiguieron sacar unas mil personas del centro comercial Westgate, informó la agencia de noticias DPA.

"Es una operación difícil. Se harán todos los esfuerzos posibles para rescatar a los rehenes", explicó a la prensa el ex primer ministro Raila Odinga, quien también adelantó que las autoridades están en contacto con los atacantes y que estos se identificaron como miembros de la milicia somalí Al Shabaab, cercana a Al Qaeda.

Al mediodía del sábado alrededor de 18 personas armadas y enmascaradas irrumpieron en el centro comercial y comenzaron a disparar de manera indiscriminada y a lanzar granadas. Entre los atacantes se cree que hay mujeres, pero las autoridades kenianas aún no pudieron confirmarlo.

Al leer este domingo su último informe, el ministro del Interior, Joseph Ole Lenku, estimó que aún hay entre 10 y 15 atacantes en el edificio y que, pese a que se los tiene plenamente ubicados, la situación sigue siendo "delicada" y se desconoce cuántos rehenes aún siguen con ellos.

"Les garantizo a los kenianos que nuestras fuerzas de seguridad tienen la situación bajo control", prometió ante la prensa.

Las fuerzas de seguridad y soldados controlan desde anoche el primero y segundo piso, y según el relato del gobierno keniano, los terroristas se encuentran en el tercero y cuarto piso, donde tienen encerrados a los rehenes en oficinas comerciales.

Durante la mañana la policía intentó sin éxito tomar todo el edificio y dos agentes murieron en el operativo.

Según relataron testigos, a lo largo del día se oyeron tiros constantemente y a la tarde todo el coqueto barrio se conmocionó con una fuerte explosión que sacudió desde adentro al centro comercial.

Fuentes del operativo de seguridad informaron a la agencia de noticias EFE que un grupo especial de las fuerzas de seguridad israelíes, protegidos por tres helicópteros que sobrevolaban la zona, ingresaron por la tarde al edificio para intentar rescatar a los rehenes que seguían adentro.

El centro comercial Westgate es uno de los lugares más frecuentados por los kenianos más pudientes y los extranjeros que viven en Nairobi, y uno de los shoppings más grandes de un país, en el que más de la mitad de la población vive bajo la línea de la pobreza y la expectativa de vida no alcanza los 50 años.

Más aún, Westgate es un símbolo de la floreciente prosperidad económica de una parte selecta de Kenia y propiedad de inversores israelíes, razón por la cual esta mañana ya había un grupo de asesores israelíes aconsejando a las autoridades kenianas, informó la agencia de noticias Europa Press.

Al poco tiempo de irrumpir en el centro comercial, la milicia somalí Al Shabaab se atribuyó el ataque como represalia por la participación de Kenia en el contingente militar que envió la Unión Africana en 2011 para ayudar al gobierno somalí a combatir a los grupos islamistas radicales, entre ellos Al Shabaab.

Tras la ofensiva regional en Somalía, los grupos islamistas tuvieron que retroceder y perdieron eventualmente el control de la capital, Mogadiscio, y del puerto más importante en términos estratégicos del país, Kismayo.

El grupo islamista somalí fue creado en 1998, tiene vínculos con la red terrorista Al Qaeda y aún hoy controla vastas zonas del centro y sur de Somalia.

Su objetivo es imponer una interpretación muy estricta del Islam en ese país y establecer un Estado teocrático en toda la región del Cuerno de África.

En las zonas que controlan, los hombres no pueden tener una apariencia "occidental" y tienen que dejarse la barba, mientras que las mujeres se ven obligadas a abandonar sus coloridos trajes tradicionales para llevar un velo oscuro que les cubra la cara.

La toma de rehenes de las últimas 48 horas representa el peor atentado en Kenia desde el ataque de Al Qaeda contra la embajada estadounidense en Nairobi en 1998, que dejó más de 200 muertos.

Cuatro años más tarde, esa misma organización extremista atacó un hotel en la costa keniana, propiedad de inversores israelíes, e intentó, sin éxito, derribar un jet israelí en dos atentados coordinados.

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