Se retiró el gran futbolista español Raúl, a quien no le hace falta apellido para ser reconocido como un ícono de la historia reciente del Madrid gracias a su carisma y su tremenda capacidad para pasarle la pelota a la red.
Raúl nunca fue un gran cabeceador como Santillana, tampoco tenía el remate potente del portugués Cristiano Ronaldo, ni era veloz como el brasileño Ronaldo, ni regateaba como Emilio Butragueño, ni era un mago del balón como Zinedine Zidane, comparó el portal de la BBC de Londres para dar una idea del desconcierto que les genera la trascendencia del delantero.
El futbolista puso fin a su carrera como jugador el domingo con el Cosmos de Nueva York. Salió campeón de la NASL del fútbol estadounidense. Fue el título 22 que ganó en una carrera de más de 21 años, en la que jugó más de mil partidos y convirtió más de 430 goles.
Lideró al Real Madrid a su séptima Copa de Europa, tras una sequía de más de treinta años, y también levantó la octava y la novena orejona de la Casa Blanca. Entendió cuál fue su rol en el Real Madrid de los galácticos y dio un paso al costado cuando llegó el heredero de su camiseta, la número 7, Cristiano Ronaldo.
Luego fue homenajeado tras su paso por el fútbol alemán con el Schalke 04, dejó huella en el Al Saad de Qatar y puso fin a su carrera, zarandeado por los aires en Nueva York. Adiós a un crack.