Durante el plenario de comisiones donde se debatía la emergencia pediátrica, la senadora Carmen Álvarez Rivero, del Pro de Córdoba, sugirió que el Hospital Garrahan debería atender únicamente a los niños residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
"Quiero hacer un aporte: yo no creo que los niños argentinos tengan el derecho a venir al Garrahan a ser curados. Ese derecho no lo conozco", dijo con el pecho henchido la legisladora cordobesa afiliada a la factoría de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Además, según su criterio, sostuvo que "la frase de que la salud de alta complejidad es de competencia federal es falsa porque la salud es de competencia provincial".
La intervención de la senadora cordobesa desató la furia de sus pares, quienes manifestaron su cansancio ante sus recurrentes comentarios, que consideran desatinados.
Guadalupe Tagliaferri, del Pro de Rodríguez Larreta, le salió al cruce. Recordó que "la salud de los niños, niñas y adolescentes en Argentina tiene rango constitucional".
La banalización de la realidad protagonizada por las fuerzas macristas desde el centro derecha hasta la derecha extremista se enmarcó en la discusión sobre la emergencia pediátrica, producto del ajuste presupuestario que afecta, entre otras instituciones, al Hospital Garrahan.