Una de las pesadas herencias que se pasa de gobierno a gobierno desde 1983 es la deuda generada durante la dictadura. Con esa mochila, más la del bono a 100 años que a Macri se le autorizó vía Congreso, Argentina inició un nuevo ciclo de gobierno.
"Vamos a seguir con el mismo sistema de la deuda de siempre: renegociando reperfilando y pagando y nunca investigando", señaló Alejandro Olmos Gaona, historiador, especialista en derecho internacional, autor de La deuda odiosa. El valor de una doctrina jurídica como instrumento de solución política y de La deuda argentina como delito y La deuda externa argentina y los derechos humanos.
"El diagnóstico es complicado porque no hay cifras actuales. el ultimo informe es de junio del año pasado que da una deuda de 337.000 millones de dólares, donde están incluidos 2.500 millones de fondos buitre que aún no se arreglaron. Vamos a seguir con el mismo sistema de la deuda de siempre renegociando, reperfilando y pagando y nunca investigando", remarcó en una entrevista con Radio Nacional.
Derechos Humanos y Deuda
"Durante la década del 2003 al 2013 se modificó la política de Derechos Humanos, se ha mandado a la cárcel a un montón de genocidas, hubo condenas y procesamientos, pero los compromisos de la dictadura se han cumplido escrupulosamente y nunca se han querido investigar. Dicen que no se puede investigar. ¿Cómo si se están investigando crímenes del 76, 78, no se va a poder investigar cosas mucho más recientes. Como por ejemplo el último endeudamiento de Mauricio Macri del 2016? Eso es muy preocupante", sostuvo el experto.
Pero todo tiene un porqué, y el mismo Olmos Gaona lo despeja: "Hay explicaciones de porqué no se investiga. Uno de los errores es decir 'es la deuda del macrismo o la deuda de Macri'. No no. Es la deuda de la dirigencia política con representación parlamentaria que le autorizó a Macri la deuda durante 2016, 2017, 2018 y 2019. Macri no emitió un sólo bono sin estar autorizado por las leyes del congreso. Como hay responsabilidades compartidas, nadie quiere hacerse cargo y se le tiran responsabilidades a tal persona".
"Si no se investiga sólo queda pagar"
Sobre los nuevos términos de renegociación que deberá encarar el gobierno de Alberto Fernández, señaló Olmos Gaona: Guzmán ha dicho que 'todo se va a negociar'. Es decir que si hay ilícitos, si hay fraude, si hay negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función publica eso va a pasar al manto del olvido. Hay una causa en la que yo me presenté el año pasado y están imputados penalmente Luis Caputo, Santiago Bausili que fue el secretario de finanzas hasta el año pasado, a Mario Quintana, por las negociaciones que hacían con los bonos. Si eso no se investiga, si no se establecen responsabilidades lo único que le queda al pueblo argentino es seguir pagando y a los grandes defraudadores seguir disfrutando de los negocios que hicieron y la plata que embolsaron".
Sobre el préstamo que brindó el FMI a Macri, que no fue realizado hacia un país en problemas, sino que, como resumió Olmos Gauna, fue un préstamo político para intentar que Macri siguiera en el poder, indicó que "Todo ha sido diseñado para evitar que el FMI tenga algún tipo de problema. El Fondo es una de las pocas instituciones que no puede ser enjuiciada en ninguna parte del mundo. Tiene más inmunidades que un país soberano. Ni siquiera puede ser sometido a un juicio en la Corte Internacional de la Haya. Los gobiernos que negocian con el fondo se someten a esas exigencias".
El único que se animó: Rafael Correa
"La situación es difícil pero si hay decisión política todo se puede hacer. Cuando hay alguna investigación que respalde las decisiones que uno tiene que tomar. Argentina se ha negado sistemáticamente a investigar la deuda, se ha negado a darle bola a las investigaciones penales, con muchísimas pruebas y documentos. Hay una gran cantidad de deuda heredada de la dictadura que es de grandes empresas privadas que ya conocemos, ni hablar de las empresas de Macri y demás. Esas empresas crearon deuda ficticia que las transfirió al estado, que nunca reclamó que le pagaran lo que había pagado por ellas. El Estado nunca se lo reclamó porque no se quiere enfrentar a las empresas. No lo quiso hacer Alfonsín en el 84, y todos los demás gobiernos lo siguieron pagando. Si no se aclaran estas cosas va a seguir, porque es un sistema perfecto que sirve para enriquecer a los especuladores del sistema financiero. Y ningún gobierno se atreve. El único que se atrevió fue Rafael Correa en el 2008 cuando hizo una auditoría".
El bono delirante a 100 años
En el bono a 100 años, detalló Olmos Gaona, "el gobierno nacional dio una especie de advertencia en el que le dijo a los que iban a comprar ese bono que la situación era muy mala, que podía no pagarse la deuda. Trazó un panorama de lo que podría ocurrir, a pesar de eso los acreedores prestaron plata, el FMI prestó plata. Acá hay una concertación de complicidades para que Argentina ajustara su economía y todos estos sectores dijeran qué es lo que teníamos que hacer para favorecer a un grupo muy concentrado de personas".