Comercio exterior

Sigue creciendo la demanda de dólares en la economía: más importaciones con menos exportaciones

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La balanza comercial impacta en la economía.

El comercio exterior argentino exhibió en abril de 2025 un crecimiento del 17% interanual, alcanzando un intercambio total de 13.124 millones de dólares. Sin embargo, la dinámica de este crecimiento revela una asimetría preocupante: mientras las exportaciones aumentaron un 2,3%, las importaciones crecieron un contundente 37,3%.

Esta tendencia redujo el superávit comercial a apenas 204 millones de dólares, lejos de los 1.807 millones de dólares registrados en abril de 2024.

Este fenómeno no es meramente coyuntural, sino que refleja una serie de desafíos estructurales que afectan la competitividad argentina en los mercados internacionales. La dependencia de insumos importados, los cambios en la demanda global y la volatilidad de los precios de productos clave marcan el pulso de la balanza comercial.

Exportaciones

Las exportaciones alcanzaron los 6.664 millones de dólares, con un alza interanual del 2,3%. Este leve crecimiento estuvo impulsado por los productos primarios (+10,8%) y las manufacturas de origen industrial (+5,5%), aunque otros sectores mostraron retrocesos, especialmente combustibles y energía (-10%) y manufacturas agropecuarias (-0,4%).

El maíz en grano y la harina y el aceite de soja continúan siendo los pilares de las exportaciones argentinas, pero la caída del precio internacional de la harina de soja (-19,4%) afectó los ingresos del sector. La baja competitividad de los combustibles, por otra parte, evidenció una pérdida de dinamismo en el comercio energético.

Importaciones

Las importaciones totalizaron 6.460 millones de dólares, reflejando un incremento del 37,3% interanual. Este crecimiento estuvo impulsado por un fuerte aumento en la compra de bienes de capital (+73,4%) y bienes de consumo (+77,7%), lo que indica una expansión en la inversión y el consumo interno. Sin embargo, el sector de vehículos automotores mostró el alza más marcada (+204,5%), con una subida del 219% en cantidades importadas.

Este fenómeno responde, en gran parte, a la demanda de equipos de transporte y autopartes, que tuvieron un peso significativo en el déficit comercial con el Mercosur y China. En efecto, el saldo comercial con China (-999 millones de dólares) y el Mercosur (-847 millones de dólares) reflejan una alta dependencia de insumos y productos industriales que podrían comprometer la balanza comercial en el mediano plazo.

La variación de precios de importación (-3,2%) sugiere que el crecimiento en valores fue impulsado principalmente por un aumento en las cantidades. Este dato pone en evidencia una mayor demanda interna, pero también el riesgo de presiones externas por déficit en sectores estratégicos.

Términos del intercambio

El índice de términos del intercambio registró una mejora del 2,4% interanual, alcanzando los 141,6 puntos (base 2004=100). Esta evolución positiva se debe a que la caída en los precios de las importaciones (-3,2%) fue mayor que la disminución en los precios de las exportaciones (-0,8%). En términos monetarios, la ganancia comercial ascendió a 162 millones de dólares, lo que aporta un margen favorable en la competitividad argentina.

Pese a esta mejora, la contracción en el superávit comercial sugiere que el país necesita fortalecer su capacidad exportadora para equilibrar los flujos de comercio exterior. La diversificación de mercados y la inserción en cadenas globales de valor podrían ser estrategias clave en este sentido.

Sectores estratégicos: soja, automotriz y energía

El comercio exterior argentino está marcado por la evolución de sectores clave como la soja y sus derivados, el automotriz y los combustibles.

Soja y derivados: Aunque el sector sigue siendo un pilar de la balanza comercial, el saldo comercial se redujo un 16,6%, alcanzando 1.032 millones de dólares. La caída en precios internacionales de la harina de soja (-19,4%) afectó los ingresos exportadores, evidenciando la volatilidad del mercado de commodities.

Automotriz: El déficit comercial del sector se amplió a 796 millones de dólares, lo que representa una fuerte dependencia de autopartes e insumos importados. La suba en la importación de vehículos para transporte de personas (445 millones de dólares) evidencia una aceleración en el consumo de bienes durables, pero también la necesidad de desarrollar una mayor producción nacional en el rubro.

Combustibles y energía: El saldo comercial en este sector se redujo un 20,4% interanual, con un superávit de 461 millones de dólares. La baja en las exportaciones de petróleo crudo (-9,2%) y la disminución de precios en el rubro (-14,0%) reflejan una pérdida de dinamismo en el comercio energético argentino.

Crecimiento asimétrico

El comercio exterior argentino en abril de 2025 presentó un crecimiento asimétrico, con una expansión acelerada de las importaciones frente a un crecimiento moderado de las exportaciones. Este desequilibrio generó un impacto en el superávit comercial, que se redujo considerablemente respecto al mismo período del año anterior.

La dependencia de insumos industriales y automotrices importados sigue siendo un factor de presión sobre la balanza comercial, especialmente en la relación con socios como China y el Mercosur. No obstante, la mejora en los términos del intercambio y el aumento en las exportaciones de manufacturas industriales y productos primarios ofrecen oportunidades para mitigar estos efectos.

De cara al futuro, Argentina deberá enfocarse en estrategias que potencien la capacidad exportadora, amplíen mercados y diversifiquen la producción. La inserción en cadenas globales, junto con políticas de estímulo para sectores clave, podrían ser elementos centrales en la consolidación de un comercio exterior sostenible y equilibrado.

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