"Sin la ayuda de Chile habríamos perdido en Malvinas”, dijo el militar inglés que actuó de nexo con el régimen de Pinochet

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El dictador Pinochet y la presidenta Thatcher cultivaron una sociedad duradera.
El dictador Pinochet y la presidenta Thatcher cultivaron una sociedad duradera.

 

Sidney Edwards, un ex militar de 80 años, habló por primera vez sobre el rol que tuvo en la guerra de Malvinas como nexo entre Chile y Gran Bretaña. En una entrevista con la revista Qué Pasa, contó cómo fue su trabajo con la Fuerza Aérea de Pinochet y admitió: "La ayuda de Chile fue absolutamente crucial. Sin ella, habríamos perdido la guerra”.

Si bien Chile adoptó públicamente una posición de neutralidad en el conflicto bélico, en 2012 se confirmó con documentos oficiales que apoyó a las tropas inglesas. Pero, de acuerdo al diario The Daily Telegraph, esta es la primera vez que habla alguien que estuvo directamente involucrado en las negociaciones.

Edwards, que en 1982 tenía 47 años, fue elegido para ocupar un rol sensible debido a que tenía un manejo fluido del castellano. Como miembro de la Fuerza Aérea del Reino Unido había sido agregado militar en Madrid y eso le había dado experiencia en el manejo del idioma. Además, tenía experiencia en la coordinación de tareas de inteligencia con otros países.

En la entrevista al medio chileno que funcionó como un adelanto del libro que va a publicar próximamente en Londres bajo el título “Mi guerra de Malvinas secreta”, Edwards dio detalles de su relación con la Fuerza Aérea Chilena. Al llegar a Santiago vestido de civil, debía negociar con su titular, Fernando Matthei, para conseguir el apoyo chileno.

“El general Matthei me dio la mano cálidamente. Me ofreció cooperación total dentro de los límites de lo práctico y de lo diplomáticamente posible. Enfatizó la necesidad de mantener el secreto. No pude creer la cooperación que logré con él y, por supuesto, con el resto de sus oficiales. Obviamente el general Matthei era un hombre muy pragmático y sabía dos cosas clave: que si Chile no nos ayudaba en la guerra, después los argentinos caminarían derecho a tomar las islas del canal Beagle. Lo otro es que Matthei sabía que ésta era una oportunidad ideal para conseguir armamento, inteligencia y otras cosas que normalmente no habrían conseguido”, reveló.

Unos días después, Edwards ya tenía un documento de identidad falsificado, una licencia para manejar y acceso privilegiado a las oficinas de la Fuerza Aérea de Chile. Desde ahí, coordinó el uso de un radar de largo alcance en Punta Arenas, que permitía ver los movimientos aéreos en Ushuaia, Río Gallegos, Río Grande y Comodoro Rivadavia. “Mi opinión personal, y creo que es similar entre mis jefes del Ministerio de Defensa y la primera ministra Margaret Thatcher, es que la ayuda que logramos de Chile fue absolutamente crucial”, dice Edwards. “Sin ella, habríamos perdido la guerra”, consideró el militar retirado.

Cuando terminó la guerra, el militar inglés se quedó unos días más en Santiago y se fue a festejar a una discoteca céntrica. “Muchos de nuestros colegas chilenos se nos unieron allá y parecían tan contentos como nosotros con la victoria”, remarcó.

Al volver a Gran Bretaña, Edwards fue condecorado con la Orden del Imperio Británico por sus servicios. Como la participación de Chile en el conflicto fue secreta hasta hace dos años, los documentos oficiales no podían consignar dónde había estado durante esos meses.

Fuente: Infonews

 

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