Salió al mercado el primer auto eléctrico de fabricación argentina. El Sero Electric se hace con componentes nacionales, salvo por el motor y el diferencial, que son importados. Vienen cuatro modelos con dos tipos de baterías: de plomo y litio, lo que determina dos valores de venta diferentes.
Cuestan 9900 dólares con batería de plomo, que tiene menos autonomía y vida útil; y 14.600 dólares con batería de litio, de uso convencional en el mundo para los autos. La autonomía de las baterías de litio es de unos 100 kilómetros y la de las de plomo es de unos 45 kilómetros. Se pueden cargar en cualquier tomacorriente ordinario.
El último trámite para ir de la fábrica a la "góndola" fue la habilitación de los modelos flamantes para ser patentados en el país. El desarrollo estaba prácticamente listo hace al menos cuatro años.
El desarrollador, Pablo Naya, recorría despachos y canales de cable con la idea lista para saltar del laboratorio a la vida real.
El vehículo mide 2,35 metros de largo, 1,32 de ancho y 1,56 de alto. El peso, con las baterías incorporadas (son cuatro y se sitúan detrás de los asientos) llega a 450 kilos. Sus llantas son de aluminio y pequeñas, del rodado 145-70-13.