Paloma Herrera, una gloria del ballet mundial, se despide de los escenarios en el Independencia

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El escenario del Teatro Independencia, de Mendoza, será el último que Paloma Herrera pisará en la noche de este jueves como bailarina profesional, en lo que será su velada de despedida tras una gira que la llevó de norte a sur por todo el país, después de haber ganado todas las medallas como figura central en el American Ballet de Nueva York.

Acompañada por el Ballet Estable del Teatro Colón que dirige Maximiliano Guerra -con el que en octubre cerró su historia en una ramillete de funciones de Romeo y Julieta-, Herrera será Giselle y, su partenaire, Juan Pablo Ledo, Albrecht.

La bailarina, dueña de un talento excepcional desde temprana edad, es una de la principales figuras del ballet argentino graduada en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.

A los 15 años fue contratada por el American Ballet Theatre, compañía de Ballet Oficial de EEUU, y a los 19 se convirtió en la artista más joven en alcanzar el máximo rango de “principal dancer” de la compañía, en sus 75 años de historia.

“Siempre tuve el ideal de terminar mi carrera super joven, en el máximo. Me encanta lo que hago, soy feliz arriba del escenario y me quiero retirar así, con esa sensación de que es el primer día”, manifestó la artista sobre la decisión de su retiro.

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