Un diputado mexicano se quitó la ropa en una sesión para repudiar la política de privatizaciones

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Lo hizo como símbolo del despojo que las multinacionales han realizado a los recursos naturales de su país. Acusó a los oficialistas del PRI y del conservador Acción Nacional (PAN) de traicionar a la patria.

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El debate en la Cámara de Diputados de México del proyecto de reforma energética, que finalmente fue aprobado por el oficialismo, tuvo varios momentos candentes pero hubo uno que se destacó: un diputado de izquierda que, para simbolizar el despojo de los bienes nacionales se quitó la ropa en una sesión.

El diputado del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) Antonio García Conejo  quedó en calzoncillos sobre el estrado para manifestar su descontento con la iniciativa que se discutía en la sesión.

El diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se manifestó así contra las políticas de privatizaciones que el Gobierno de Enrique Peña Nieto lleva ejecutando en las últimas fechas. Ante el Congreso, mientras argumentaba su discurso, se ha ido desnudando hasta quedarse en ropa interior.

García Conejo denunció de esta forma el expolio que supone privatizar los recursos del país. En especial se ha referido a la últimareforma constitucional en torno a la energía. La nueva ley permite contratos de utilidad y explotación con empresas privadas y extranjeras.

"¡De esto no me van a poder despojar!, ¡Solamente me queda esto!- exclamó mientras se quitaba el traje y los zapatos-. ¡Ustedes también tienen cuerpo!", respondió después a los comentarios socarrones que procedían de las bancadas rivales.

"No me avergüenza lo que hago", gritó el legislador mientras acusaba a los oficialistas del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del conservador Acción Nacional (PAN) de traicionar a la patria al consumar lo que la izquierda considera la privatización del sector energético.

A los que le gritaban en contra de su postura les dijo que "las privatizaciones en México son una vergüenza. Nos prometieron que la privatización de los teléfonos nos iba a traer mayores tarifas, y tenemos las más caras del mundo", mientras el presidente de la sesión le rogaba por alta voz que concluyera su intervención.

 

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