Proteína Galectina-1

Un estudio del Conicet y Oxford identificó un anticuerpo capaz de frenar el avance de un tipo de cáncer de médula

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El investigador del CONICET Gabriel Rabinovich. Foto: CONICET Fotografía/ Verónica Tello.

Un estudio del investigador del CONICET Gabriel Rabinovich y un grupo de científicos de la universidad de Oxford identificó un anticuerpo capaz de frenar el avance de la mielofibrosis, un tipo de cáncer de la médula ósea.

Los investigadores detectaron que la proteína Galectina-1, en la que Rabinovich se especializa, juega un rol clave en la formación de este tipo de tumor. El estudio evaluó que al bloquear la formación de la proteína se lograba frenar el avance de la neoplasia y revertir el cuadro patológico.

La mielofibrosis es una neoplasia mieloproliferativa que se caracteriza por la fibrosis e inflamación de la médula ósea, que al cubrirse de fibras de reticulares y componentes de la matriz extracelular (colágeno y otras proteínas) ve alterada su capacidad normal de producir células sanguíneas, como glóbulos rojos, blancos y plaquetas.

Este fibrosamiento de la médula ósea, producto de distintas mutaciones genéticas, puede devenir tanto en la deficiencia como en el exceso de células sanguíneas, debido a que otros órganos (como el bazo y el hígado) reemplazan a la médula ósea en la producción sangre, en lo que se conoce como hematopoyesis extra medular. En algunos casos, la progresión de la enfermedad puede avanzar de tal manera que la destrucción gradual de la medula ósea limite drásticamente la producción de células sanguíneas. Aunque los tratamientos actualmente disponibles pueden aliviar los síntomas y controlar el recuento de células sanguíneas, no existen aún tratamientos definitivos que eviten la progresión desde las formas más avanzadas de estas neoplasias y reduzcan fenómenos de fibrosis e inflamación.

Oxford: "El objetivo es mejorar resultados para los pacientes"

En un comunicado publicado por la Universidad de Oxford, Adam Mead, investigador de esta universidad, especialista en neoplasias mieloproliferativas y uno de los líderes del trabajo, expresó: “Este estudio demuestra cómo el uso de técnicas de genómica unicelular de vanguardia puede descubrir posibles blancos terapéuticos, con el objetivo final de mejorar los resultados para los pacientes con cáncer de sangre”.

Por su parte, la otra líder del estudio por la Universidad de Oxford, Bethan Psaila, afirmó: “Este estudio es un ejemplo brillante del poder de la colaboración en la ciencia, tanto entre instituciones académicas como entre investigadores y médicos. No hubiéramos podido completar este trabajo sin el apoyo, los recursos y la experiencia de nuestros amigos y colegas internacionales, y la participación de pacientes que no solo donan sus muestras para la investigación, sino que también nos ayudan a establecer nuestras prioridades de investigación”.

Para el investigador del CONICET, resulta un honor haber colaborado y proyectar futuras colaboraciones con referentes mundiales en mielofibrosis, “y que científicos como ellos hayan validado herramientas desarrolladas en nuestro laboratorio, para mí es un orgullo y una emoción muy grandes, concluye.

Por parte del CONICET, también participó del estudio Juan Manuel Pérez Sáez, investigador del CONICET en el laboratorio que dirige Rabinovich, integrante de Galtec, y uno de los responsables del desarrollo del anticuerpo monoclonal anti Gal-1.

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