
Mendoza, conocida por su vitivinicultura y turismo, enfrenta un panorama laboral complejo. Según el último informe del Consejo Empresario Mendocino (CEM) -que nuclea a los economistas del establishment y apoyan el modelo de ajuste de Javier Milei y Alfredo Cornejo-, aunque el desempleo se mantiene por debajo del 5%, la pobreza sigue siendo alarmante.
Este fenómeno refleja la debacle de la economía de Mendoza: la informalidad laboral alcanza el 36,1% y el salario real ha caído un 27% desde 2016.
El informe del CEM puede leerse en relación con los últimos datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), según la cual el Gran Mendoza registró la media del ingreso per cápita familiar más pobre entre los principales aglomerados urbanos de Argentina en el segundo semestre de 2024.
La principal causa de la debacle es estructural: la economía de Mendoza se empobrece sin solución de continuidad desde hace más de una década, como evidencian las mediciones oficiales de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), del Gobierno de Mendoza.
Tener trabajo y ser pobre
El informe del CEM destaca que tener empleo ya no asegura estabilidad económica. En Mendoza, sectores clave como la vitivinicultura y el turismo, aunque generadores de empleo, ofrecen salarios bajos y en condiciones informales. Esto se traduce en alta rotación de personal y en un creciente número de trabajadores buscando empleos adicionales para llegar a fin de mes.
Evolución salarial: tres períodos clave
El análisis del CEM divide la evolución salarial en tres etapas:
- 2016-2017: Recuperación del poder adquisitivo (+5%), con mayor crecimiento en salarios informales.
- 2017-2024: Caída del 40% en el poder adquisitivo, afectando especialmente a trabajadores informales (-63%).
- 2024: Recuperación del 17% en 11 meses, impulsada por mejoras macroeconómicas.
El reclamo empresarial clásico: quieren pagar menos impuestos
El CEM insiste en reducir la cuña fiscal laboral, argumentando que los altos costos laborales afectan tanto a empleadores como a trabajadores. Proponen disminuir impuestos al trabajo y facilitar procesos de contratación y desvinculación para fomentar la creación de empleo.
El informe del CEM pone en evidencia los desafíos estructurales del mercado laboral mendocino. Mientras el empleo formal e informal sigue siendo un tema central, la clave estará en equilibrar las demandas empresariales con la necesidad de garantizar condiciones laborales dignas.