
El Sindicato de Petroleros Jerárquicos de Cuyo seguirá al mando de Julián Matamala. El dirigente fue reelecto como secretario general con más del 65% de los votos. Promueve para Mendoza el modelo petrolero neuquino, que se adecuó a las necesidades de la producción no convencional en sintonía con el avance del desarrollo de Vaca Muerta.
Matamala tiene buenas relaciones con el gobernador Rodolfo Suarez, con quien se reunió en las vísperas de las elecciones del gremio. A la vez, en el tablero sindical petrolero es un aliado del poderoso sindicato petrolero de Neuquén, Río Negro y La Pampa, que conduce ahora Marcelo Rucci. El dirigente neuquino se expresó a favor de Matamala antes de los comicios.
"Si el gobierno de Mendoza replicara lo que hacen en Neuquén y fuera con nosotros a negociar, sería muy distinto. El sector petrolero sale adelante en esa provincia no sólo porque son 26 mil afiliados sino también porque el gobierno acompaña. Eso demuestra unión. Que después discutan es aparte”, devolvió el sindicalista mendocino al dirigente neuquino.
El reelecto secretario general de los jerárquicos de la industria petrolera de Mendoza también está en sintonía con su par del Sindicato de Petroleros Privados de Cuyo, que engloba a los trabajadores de base de la actividad.
“Nosotros estuvimos en la asunción de Marcelo Rucci como secretario general y estuvo el gobernador Omar Gutiérrez presente. Sí nosotros llegáramos a eso, sería mucho mejor y lograríamos más fuentes de trabajo”, afirmó.
La industria petrolera tiene expectativas moderadas en algunos bloques de Vaca Muerta situados en el sur de Mendoza. La zona núcleo de la formación no convencional se localiza en la localidad neuquina Añelo y sus alrededores. No obstante, la formación se extiende hacia el norte entrando a Mendoza. La explotación de estos campos petroleros incumbe la práctica del fracking, que en Mendoza tiene más rechazo que en Neuquén.
"Mendoza necesita que levante la industria petrolera, porque el 40% de la producción corresponde a regalías. Si gestionamos en conjunto vamos a levantar la fuente de trabajo", sostuvo el líder sindical después de reunirse con Suarez en la antesala de su reelección.
En lo estrictamente sindical, la reelección de Matamala ocurrió mientras los gremios petroleros pulsean con las compañías para recomponer los salarios y las condiciones de trabajo, victimas de una feroz precarización que se justificó por la grave, pero efímera, crisis que atravesó la industria cuando los precios del petróleo se desplomaron a niveles inéditos como consecuencia de los confinamientos globales contra la expansión del COVID.
En ese aspecto, Matamala adelantó que a fin de mes participará de la negociaciones salariales entre las compañías y los sindicatos.
"Creemos que el índice de inflación nos está comiendo el bolsillo y queremos que los trabajadores cobren lo que se merecen", remarcó.