La denuncia de un intento de abuso reveló la precariedad en la que trabajan de unas 700 acompañantes terapéuticas domiciliarias en Neuquén, que dependen del Ministerio de Salud, pero que están por fuera de los estatutos laborales al pertenecer a un programa aleatorio donde no existen contratos sino planillas en las cuales ellas dejan constancia de las horas trabajadas.
Malén Lara, una de esas trabajadoras, confió en una entrevista con radio UNCo Calf que una de las acompañantes terapéuticas fue separada de su trabajo después de que denunciara en la justicia a uno de sus pacientes por intento de abuso. "Una compañera sufrió un intento de abuso por parte de uno de sus acompañados, y la resolución que tomaron en el Ministerio fue dejarla sin trabajo en lugar de resguardarla. Hoy tiene una custodia en su casa después de hacer la denuncia", detalló Lara.
Esta acompañante dijo que esta situación es un ejemplo de la precariedad en la que se desenvuelven las acompañantes y en ese sentido pidió el pase a planta de las trabajadoras y la posibilidad d pelear por sus derechos desde un gremio. "Cobramnos entre 50 uy 90 pesos la hora, ns hacen hacer una cola de cinco cuadras por cheques de 10 mil pesos, no nos reconocen como trabajadoras, estamos dentro de un programa, invisibiolizadas totalmente, trabajamos un mes, dos meses, después no. Cuando nos empezamos a organizar, al programa de acompañamiento domiciliario le cambiaron el nombre y le pusieron 'apoyo externo'".
A su turno, la denunciante del abuso relató: "Cuando llevé la denuncia a la directora de Desarrollo me sacaron la guardia de todos los hogares de adolescentes, me dejaron en espera hasta que llegaran horas en guardias de niños. Me dejaron sin trabajo y me quieren dejar con un subsidio de 9 mil pesos para que me quede en mi casa. Hace dos años que hago este trabajo, mientras estudio el profesorado de educación especial. El denunciado tiene un certificado de discapacidad y no puede estar mucho tiempo detenido.