Una mediocre actuación le alcanzó a Boca para superar al débil Barcelona de Ecuador y acercarse a octavos de la Libertadores

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Blandi festeja el gol que le dio tres puntos claves a Boca para avanzar en la Libertadores. Foto: Télam
Blandi festeja el gol que le dio tres puntos claves a Boca para avanzar en la Libertadores. Foto: Télam

 

Boca le ganó 1 a 0 al Barcelona de Guayaquil en la Bombonera por la fase de grupos de la Copa Libertadores y si Nacional vence este jueves a Toluca de México el equipo argentino quedará clasificado para octavos de final de la competencia antes de jugar el último partido de la primera rueda, de visitante ante el conjunto azteca. Nicolás Blandi marcó el gol y el árbitro brasileño Ricardo Marques omitió un clarísimo penal para los visitantes, una decisión que influyó en el resultado final.

El equipo xeneize, de esta manera, cerró su producción en condición de local en el certamen continental (los otros dos encuentros los había perdido) y terminará su participación en la llave inaugural visitando al Toluca de México.

Por su lado, el elenco de Guayaquil, dirigido por el argentino Gustavo Costas, sumó hoy su quinto encuentro sin triunfos, continúa con 3 puntos y ya quedó eliminado en la puja por ingresar a octavos de final.

Blandi, el delantero que mayor rédito le dio a Boca durante lo que va del semestre, volvió a erigirse en el protagonista central de un equipo que volvió a tener en sus filas al estratega y conductor, Román Riquelme.

El `10` auriazul, con intermitencias y a pesar de la inactividad por el desgarro, se transformó en el jugador más criterioso del elenco de Bianchi, que asumió la iniciativa desde un comienzo.

Así, de un tiro de esquina ejecutado por Ledesma (luego se retiró lesionado y fue reemplazado por el juvenil Guillermo Fernández), Riquelme envió el centro y Blandi llegó para empujar la pelota y hacerla traspasar apenas la línea de sentencia, a pesar del esfuerzo expuesto por el arquero visitante, Máximo Banguera.

La ventaja tranquilizó a Boca que, en ese media hora inicial, mostró lo mejor de su producción.

Con un Riquelme inspirado, con Blandi movedizo e inquieto y con el aporte de los volantes que buscaron llegar por los costados.

Así, a los 23m., el ingresado Fernández tuvo una chance clara que culminó con un remate al cuerpo del arquero.

Y el propio Blandi tuvo una chance clara para aumentar, con otro cabezazo que se fue apenas por encima del travesaño.

Barcelona, timorato, apenas se animó a disputar la posesión de la bola, en el final del segmento, aunque casi no tuvo chances para aproximarse a la valla de un siempre seguro Agustín Orión.

En la segunda parte, Boca empezó a sentir el cansancio (Riquelme prácticamente `desapareció` del juego a los 20m.) y le cedió, riesgosamente, la posesión de la pelota al adversario.

Hubo una buena maniobra individual de Fernández, de buen partido, a los 9 minutos, que culminó con un disparo por encima del horizontal, y un cabezazo de Blandi, que fue a las manos del arquero visitante. Después, muy poco más.

El equipo ecuatoriano, aun con sus miedos y limitaciones a cuestas, se ilusionó con la chance de la igualdad y, pese a que no tuvo ninguna oportunidad nítida, anduvo merodeando el área rival provocando incomodidad.

Hasta que a los 38 minutos, el árbitro brasileño Ricardo Marques cometió una grosera equivocación que incidió, evidentemente, en el resultado final. Es que tras un error de Clemente Rodríguez en la salida, el enlace argentino Damián Díaz enfiló hacia la valla y cuando se aprestaba a patear fue tocado por Matías Caruzzo que, en su afán de rechazar, arrastró pelota y pierna. Claro penal que el juez omitió sancionar.

De allí hasta el final, Boca aguantó el resultado.

Fuente: Télam

 

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