Carina Segovia transita los últimos meses de su mandato en el Senado provincial al que llegó de la mano del intendente de Lavalle, Roberto Righi, quien tiene sus anclas echadas en el sector Azul de Juan Carlos Mazzón. Preside la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales que se encarga de conducir los trámites legislativos vinculados a la designación de magistrados y ocupantes de cargos que requieren el aval de la Cámara Alta.
Nunca se equivocó en una votación con las bolillas blancas y negras previstas para estas sesiones hasta que este martes le puso bolilla negra a la nominación a la Corte de Miriam Gallardo. La senadora de Lavalle se ocupaba de las nominaciones del Ejecutivo que requieren aval legislativo específicamente, su comisión se encarga de la organización del procedimiento que requiere audiencia pública y voto secreto en el recinto de la Cámara Alta.
Con toda la experiencia en el tema a cuestas, Segovia asumió como un error su voto de este martes, con el que impidió el acceso de su ex compañera de bancada y actual presidenta del Concejo Deliberante de Maipú a la Suprema Corte de Justicia. Tres senadores peronistas que fueron testigos de la escena coincidieron en que "si no es verdad que se equivocó es una gran actriz" la senadora Segovia. Expresó su confusión no bien introdujo la bolilla en la urna.
El vicegobernador, Carlos Ciurca, jefe del Senado, asumió públicamente que un error de la senadora le costó el acceso a la Corte a Gallardo.
En la votación, los senadores disponen de dos bolillas, una blanca y la otra negra. Los que avalan el pliego en tratamiento deben introducir la bola blanca en una urna para bolillas que está identificada por la palabra voto. La bolilla que no usa cada uno, va a otra urna de descarte. El conteo se hace sólo a través de las bolas blancas introducidas en la urna que dice "voto".
Las reglas no escritas de la política partidaria establecen un mecanismo no contemplado en la ley para controlar que los integrantes de cada bancada no puedan mentirles a sus socios de bloque sobre su elección. Así, cada legislador recibe sólo la bola del color que el bloque acordó introducir a la urna "voto", la que descarta cada senador es derivada al descarte por el jefe del bloque o bien un integrante designado para esto.
En otras votaciones de este tipo, en el bloque del Frente Para la Victoria se ocupó de las reglas no escritas el presidente de la bancada, Fernando Simón. Este martes, como Simón era uno de los tres nominados de Pérez para cargos con aval del Senado, Segovia se ocupó de controlar las bolas de sus compañeros, pero -según la versión oficial del oficialismo- se equivocó al introducir la bolilla que interpretaba su propia votación.
Desde el radicalismo no creyeron en el error de Segovia como fuente del rechazo a la nominación de Gallardo. "Yo me solidarizo con la senadora Segovia (Carina- PJ), porque la han usado como chivo expiatorio, dicen que se equivocó porque había 23 bolillas negras, no hubo ninguna equivocación, hubo gente que votó con las dos", explicó el senador radical Jorge Palero, citado por el portal MDZ.
La senadora Segovia es en la actualidad candidata en tercer término en la lista legislativa del oficialismo del PJ para las PASO. Sus chances de renovar banca son mínimas a esta altura del proceso electoral y podría transformarse en imposible si el oficialismo no arrasa en las PASO contra las listas internas opositoras, ya que caería del tercer al cuarto lugar de la lista en el mejor de los casos.
En concreto, Segovia fue la espada de Righi para capitalizar el cupo femenino a favor de la dirigencia lavallina, siempre discriminada en las pujas del Primer Distrito por los gigantes que definen las elecciones por el volumen de electores de sus departamentos. Con el aval del intendente lavallino, que está alineado con Mazzón, como Gallardo y su jefe político, el senador nacional y candidato a gobernador del PJ, Adolfo Bermejo, Segovia llegó a la presidencia de una comisión clave, como la de Legislación.