La Iglesia emitió este viernes el prometido documento "Felices los que trabajan por la paz". Fue redactado por la Comisión Episcopal Argentina y presentado en Pilar.
La Conferencia Episcopal Argentina advirtió que Argentina está "enferma de violencia" y aseguró que "los hechos delictivos no solamente han aumentado en cantidad sino también en agresividad".
"Una violencia cada vez más feroz y despiadada provoca lesiones graves y llega en muchos casos al homicidio. Es evidente la incidencia de la droga en algunas conductas violentas y en el descontrol de los que delinquen, en quienes se percibe escasa y casi nula valoración de la vida propia y ajena", plantearon los obispos argentinos.
Estas afirmaciones están contenidas en el documento "Felices los que trabajan por la paz", que dio a conocer hoy la Conferencia Episcopal Argentina, en el cierre de su 107° asamblea plenaria.
La Iglesia aseguró que la corrupción tanto pública como privada es "un verdadero cáncer social" y causante de "injusticia y muerte".
El plenario episcopal, que preside monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe, criticó que en el país se promueva con frecuencia "una dialéctica que alienta las divisiones y la agresividad", y reclamó "no responsabilizar y estigmatizar a los pobres por ser tales" como responsables de la violencia y los delitos.
El documento se dio a conocer en la localidad bonaerense de Pilar, donde los obispos sesionan desde el lunes.
Argentina, según estadísticas de Naciones Unidas, es considerado uno de los países más seguros de la región, con índices de asesinatos entre los más bajos de América latina, aunque con gran incidencia de robos.
Lo más destacado del documento, según La Nación
- "La Argentina está enferma de violencia". Sostiene la Iglesia que algunos de "los síntomas son evidentes, otros más sutiles, pero de una forma o de otra todos nos sentimos afectados" y llama a "reflexionar sobre este drama porque se cree que el amor vence al odio y que el pueblo anhela la paz".
- "La corrupción, tanto pública como privada, es un verdadero cáncer social". Advierte que es "causante de injusticia y muerte" y que se trata de un delito que lamentablemente suele prescribir, por lo que así se termina por "garantizar y afianzar la impunidad".
- "Se promueve una dialéctica que alienta las divisiones y la agresividad". Para la Iglesia, la violencia, "cada vez más feroz y despiadada", alimenta en la población "el enojo y la indignación". En ese sentido, plantea que "de ninguna manera" esto justifica "respuestas de venganza o la mal llamada justicia por mano propia".
- "La cárcel genera la falsa ilusión de encerrar el mal". Pone el acento en que el sistema carcelario ofrece pocos resultados porque viola muchas veces derechos fundamentales de los presos. "Ningún delito justifica el maltrato o la falta de respeto a la dignidad de los detenidos".
- "Es imprescindible un compromiso de todos en el respeto de la ley". Establece que esta tarea de "reconstruir los lazos sociales", dañados por el delito, la impunidad y la falta de ejemplaridad de las autoridades, sólo es posible si "las leyes son justas y respetadas" y quienes las violan "son sancionados".
- "No se puede responsabilizar y estigmatizar a los pobres por ser tales". La institución convoca a "ampliar la mirada" sobre ese segmento de la población, que sufre de modo particular, al quedar privado de oportunidades, de hambre, y ser, en consecuencia, marginado.
- "Urge en la Argentina recuperar el compromiso con la verdad, en todas sus dimensiones". Convoca a intentar evitar caer en desencuentros y "falsas apariencias de diálogo" y alejarse de la "violencia verbal, las calumnias y la mentira" a la que los ciudadanos están acostumbrados.
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