Unas 300 personas manifestaron su desacuerdo con las políticas del gobierno de Cristina en Peatonal y San Martín

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La convocatoria estuvo lejos de las de noviembre y abril. Las pancartas mostraron una variada gama de reclamos: pidieron por la renuncia de la Presidenta, por la vida del oso Arturo y hasta reclamaron por las fotos de la mandataria con el Papa. 

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Foto: Explícito.

Muy lejos de las convocatorias de los cacerolazos de noviembre y de abril, el 8A juntó poco más de 300 personas en Garibaldi y San Martín, de Ciudad, para protestar contra el gobierno de Cristina Fernández con consignas tan variadas como en las anteriores ocasiones: se repitió la pancarta pidiendo por la salud del oso Arturo, se repitieron las consignas en contra de la reforma judicial, se repitieron los carteles con insultos a la mandataria, y otra vez volvieron los cantos exigiendo que renuncie. Esta vez se le agregó algún que otro cartel contra los manuales enviados por la Nación a las escuelas de Mendoza.

La manifestación fue convocada para las 20 en todo el país, sin que los organizadores contemplaran suspenderla por el duelo nacional a raíz de los muertos por el edificio que se derrumbó en Rosario. Quince minutos después de lo pactado aún eran muy pocos los asistentes en el kilómetro cero de Mendoza.

Cerca de las 2o.40 se cantó el Himno Nacional y fue el punto de mayor ebullición de la protesta. Quince minutos después se desactivó la protesta, que esta vez no recorrió otras arterias del centro como en sus anteriores versiones.

En ese lapso, los manifestantes batieron las palmas contra el frío y de paso para hacerle saber al Gobierno Nacional que no lo apoyan, con frases como "que se vayan", "que renuncie", "esto es una dictadura", "menos foto con el Papa y más trabajo".

Entre las pancartas que destacaban había algunas en contra de los acuerdos con Monsanto y con la Barrick Gold, y del reciente desembarco de Chevrón en Neuquén.

Uno de los carteles de mayor tamaño lo portaba un hombre y la leyenda era en contra de la titular de la Dirección de Escuelas, María Inés Abrile de Vollmer, que esta semana se ganó varios títulos de los medios después de que docentes se escandalizaran por el contenido de algunos cómics y libros llegados de la Nación. Precisamente, desde la administración nacional, sugirieron que detrás del caso, muy mediatizado, hay intereses electorales.

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Foto: Explícito.

 

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