"Pienso que voy a ver a mi hermano en sus ojos... y cuesta creerlo", confió Osiris Domínguez, tío de la nieta 117, sobre el reencuentro familiar

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Buenos Aires, 31/08/2015: En la sede central de Abuelas, Estela de Carlotto anunción la recuperación del nieto 117.
En la sede central de Abuelas, Estela de Carlotto anunció la recuperación de la nieta 117. Foto: Infojus.

"Pienso que voy a ver a mi hermano en los ojos de esa persona, y cuesta creerlo". Osiris Domínguez, tío de la nieta recuperada 117, hijo de María Assof de Domínguez, hermano de Walter, militante y desaparecido, definió así los sentimientos por los que atraviesa su familia los días posteriores a la recuperación de la identidad de la hija de Walter Domínguez y Gladys Castro.

Entrevistado por el programa El Alegato, en Radio Nacional, Domínguez señaló que están a la espera de poder reencontrarse con la nieta 117 con gran expectativa.

"Es sangre de mi familia. Es muy hermoso y muy fuerte -ponderó-. Se que vamos a estar pronto con ella, falta sólo resolver algunas cosas judiciales. Hemos estado 40 años esperando una verdad y ahora nos damos cuenta que ha sido una lucha colectiva. Cuando se nos acerca la gente, emocionada por haber encontrado una nieta más, nos damos cuenta que no es sólo una historia nuestra, y esa lucha coletiva es la gran lucha de las viejas".

Domínguez rememoró además sus años de exilio en Francia y cómo ayudó, sin recursos o con dinero de personas que colaboraban "a pulmón con la causa", a Hebe de Bonafini en la difusión de lo que estaba ocurriendo en Argentina. "Yo tenía un Renault 12 hecho pelota y en eso la llevaba a Hebe. Y me hacía que le hiciera de traductor. Después las Madres se fueron estructurando más y crecieron como organización", recordó.

La restitución de la nieta 117 fue anunciada el 31 de agosto pasado. Nació entre febrero y marzo de 1978. Sus padres se conocían del barrio, y se habían casado un año antes de que los secuestraran. Walter Hernán Domínguez estudiaba arquitectura —donde había fundado el centro de estudiantes— y trabaaba como chofer de colectivo. Había trabajado desde los 14 años en un estudio contable para poder pagarse sus gastos, pero fue en la facultad donde se agudizó su compromiso social: empezó a militar en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) Gladys Cristina Castro estudiaba Diseño, pero tuvo que dejar los estudios para trabajar en una panadería.

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