
En un contexto de récord de producción de petróleo y gas en Vaca Muerta, los trabajadores petroleros viven bajo la amenaza de quedarse sin empleo. Marcelo Rucci, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, expresó su preocupación por los despidos masivos y las condiciones laborales adversas que enfrentan los empleados del sector. Según Rucci, la contradicción entre el crecimiento de la actividad y los despidos es difícil de explicar y refleja un abuso por parte de las empresas productoras.
En la última semana, se denunciaron 700 despidos en el sector, mientras que algunas empresas han optado por pagar los salarios en cuotas o directamente no los han abonado. Rucci señaló que esta situación es resultado de decisiones empresariales que afectan tanto a los trabajadores como al medioambiente. "No vamos a permitir despidos ni que se haga un desastre ecológico", afirmó el sindicalista en una entrevista con el portal Va con firma.
Rucci destacó la importancia de los trabajadores en el éxito de la producción no convencional neuquina. "Sin ellos, Vaca Muerta no existiría", proclamó.
Empresas extranjeras y pymes en crisis
El panorama se complica aún más con la salida de empresas extranjeras como Petronas y Exxon, y la creciente presión de las operadoras sobre las contratistas pymes para reducir costos. Rucci consideró que estas exigencias equivalen a firmar un "certificado de defunción" para las pequeñas y medianas empresas, que ya enfrentan dificultades para mantenerse a flote. Las consecuencias directas de estas decisiones son el aumento del desempleo y el incumplimiento de convenios colectivos.
Rucci también criticó la falta de control estatal sobre las decisiones empresariales, señalando que los despidos y los recortes afectan no solo a los trabajadores, sino también a la protección del medioambiente. "Estamos aquí para defender los derechos de los trabajadores y, como neuquinos, el medioambiente", enfatizó.
Impacto económico y salarial
La fluctuación del precio del barril de petróleo y las modificaciones en la ley de hidrocarburos han generado incertidumbre en el sector. Aunque los salarios de los trabajadores petroleros se han mantenido relativamente estables, Rucci advierte que la inflación y las pausas en los aumentos salariales están afectando el poder adquisitivo de los empleados. Además, las condiciones laborales siguen siendo un tema de discusión, especialmente en sectores donde la falta de personal idóneo aumenta el riesgo de accidentes.
En los últimos diez años, el sector ha perdido 100 trabajadores por accidentes laborales, además de otros 84 durante la pandemia, esgrimió el dirigente. "Es momento de sentarnos a hablar y avanzar en las negociaciones con las cámaras empresariales", se plantó Rucci.
El rol de la CGT y el futuro del sector
Rucci se mostró crítico con la Confederación General del Trabajo (CGT), asegurando que no representa los intereses de los trabajadores petroleros. En un escenario económico nacional marcado por la falta de infraestructura y los vaivenes internacionales, el líder sindical consideró que este año será de transición, aunque aclaró que confía en que beneficiará a la industria.