Por la muerte de Chávez se cayó la cumbre en la que Cristina y Dilma iban a tratar el futuro de la mina Potasio Río Colorado

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Dilma y Cristina debían reunirse el jueves en El Calafate. Foto: Archivo.
Dilma y Cristina debían reunirse el jueves en El Calafate. Foto: Archivo.

Tras conocerse el deceso del líder bolivariano Hugo Chávez, las presidentas Cristina Fernández, de Argentina, y Dilma Rousseff, de Brasil, aplazaron sin fecha predestinada la cumbre que tenía prevista protagonizar este jueves en El Calafate, Santa Cruz.  Uno de los temas centrales de ese encuentro era la situación del yacimiento minero Potasio Río Colorado, de Malargüe, que está a cargo de la empresa brasileña Vale y se encuentra paralizado por una serie de problemas que afectan a la compañía.

El gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, confirmó que el encuentro en la Patagonia fue suspendido de común acuerdo por las mandatarias de ambos países y que no hay fecha establecida para que se concrete. La decisión se tomó como consecuencia del fallecimiento de Chávez, ocurrido el martes en la tarde en Caracas, donde desde la madrugada del miércoles se concentran jefes de estados y autoridades de diversos países del mundo para despedir los restos del carismático líder.

A fines de enero, durante la cumbre de presidentes de la CELAC desarrollada en Santiago de Chile, las presidentas de Argentina y Brasil comenzaron a tratar la situación del proyecto minero frenado por Vale en una reunión bilateral, pero un segundo encuentro en la capital trasandina quedó trunco porque Rousseff debió volar de urgencia a su país para atender la tragedia de la discoteca Kiss, donde murieron más de 230 personas como consecuencia de un incendio.

Pérez dijo por LV10 que la suspensión del cónclave previsto en El Calafate "se justifica porque no es una decisión unilateral, fue tomada en conjunto por Cristina y Dilma". El mandatario recordó que en Vale tiene injerencia el Estado de Brasil porque en la compañía tienen intereses el Fondo de Inversiones y el Banco Nacional de Desarrollo, "dos instituciones con fuerte pesos político", consideró.

Sobre la causa del aplazamiento de la reunión de El Calafate, Pérez expresó: “Me parece que es un designio de Dios, no es una cuestión de suerte, sino una cuestión de agonía. El dolor de la familia de Chávez, del pueblo de Venezuela, de sus seguidores".

El gobernador contó que "ayer (martes) estuvimos con la gente de Vale trabajando fuerte. Hay distintas alternativas, distintas propuestas, también hay un ofrecimiento de la provincia de participar en el negocio. Son temas que seguramente serán parte de la discusión de las presidentas".

El mandatario provincial había dicho que la extracción de potasio en la cuenca del Río Colorado se haría "con o sin Vale", pero en la entrevista de radio De Cuyo cambió el discurso. "Soy optimista, lo que estamos discutiendo es cómo seguir adelante, no creo que haya margen para cambiar de operador". Explicó que su cambio de actitud frente a la minera brasileña se debió a que la compañía "ha mostrado una voluntad distinta" luego de mantenerse en silencio durante largo tiempo con los operaciones en Malargüe paralizadas, los trabajadores suspendidos y las empresas contratistas sin novedad de los pagos pendientes.

 


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