Hace dos meses que las diez integrantes de la agrupación trabajan en un taller de elaboración de prendas. Al financiamiento que habían recibido de la Provincia se sumaron 60.000 enviados por la Nación. Todas facturan como monotributistas.
A los 50 mil que el Gobierno de Pérez entregó a la cooperativa trans Vientos de Cambio a principios de año, se sumaron 5.000 de un crédito blando para comprar telas, y la promesa de recibir desde la Nación otros 60.000 para arrancar con todo el emprendimiento que tiene como fin integrar al mercado laboral a estas trabajadoras. Además, las miembros de la agrupación fueron bancarizadas e inscriptas como monotributistas en una gestión del Ministerio de Desarrollo Social.
Con el microcrédito elaborarán delantales, sábanas, toallones y prendas de polar.
Al respecto, el ministro de Desarrollo Guillermo Elizalde sostuvo: “El lugar ya está funcionando, las chicas están en pleno proceso de capacitación pero también de trabajo recibiendo los primeros encargos. Aquí hay una fuerte presencia del Estado nacional y provincial que han garantizado la posibilidad de incorporar lo producido en el mercado local”.
En tanto, Rubén Cuello, director de Protección de Derechos Humanos, manifestó: “Recibimos la visita de funcionarios nacionales en esta inauguración formal de la primera cooperativa trans de Mendoza. La verdad es que nos brindan un apoyo muy grande a través de una línea de financiamiento a partir de la articulación de proyectos de la economía social”.
“Hemos tenido el agrado del anuncio de un financiamiento de $60.000 desde la Nación para poder darle sustentabilidad a este proyecto y la verdad es que es un apoyo muy grande para las trabajadoras de esta cooperativa. Esto marca la presencia de un Estado en tareas concretas que persiguen la equiparación de derechos y la construcción de ciudadanía”, añadió Cuello.
Las chicas de Vientos de Cambio, en tanto, se mostraron entusiasmadísimas con el apoyo oficial. Cristina, una de las trabajadoras, comentó: “Estamos confeccionando sábanas, delanteros para cocineros, panaderos, delantales para chefs, y ahora la idea es seguir trabajando con la confección de toallones y polar. Ahora estamos aprendiendo a manejar estas máquinas, gracias a una capacitación que estamos recibiendo. Hace dos meses que estamos en el taller y nos han enseñado mucho".
Otra integrante de la cooperativa, Mariana subrayó: “La importancia del emprendimiento es la inclusión social. En primera instancia, esta es una cooperativa trans, pero la idea es que sea para cualquier persona que tenga ganas de ingresar a capacitarse, porque no solo nosotras estamos limitadas en algunos trabajos y queremos que todos tengan una opción para poder aprender un oficio”.