El modelo de Vaca Muerta

Wall Street empezó a preocuparse por la rápida declinación de la producción de los pozos shale

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La explotación de Vaca Muerta se hizo con el modelo shale de Estados Unidos.

El periodista Raúl Dellatorre presentó en Página 12 un informe que analiza un escenario alternativo al de la fiesta de la política y las empresas que agitan los gobernantes y los CEOs para Vaca Muerta. La declinación de los pozos shale es mucho más acelerada que la de los convencionales. Las empresas valen menos de lo que vendieron en la bolsa.

Así lo sostiene la línea desarrollada en una publicación del Wall Street Journal sometida al análisis del local Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys).

“El problema secreto del fracking: los pozos de petróleo no producen tanto como estaba previsto”, tituló un artículo del WSJ.

El texto advierte que “miles de pozos shale (producción no convencional, como en Vaca Muerta) perforados en los últimos cinco años están bombeando menos petróleo y gas de lo que sus propietarios pronosticaron a los inversores, lo que plantea dudas sobre la fortaleza y la rentabilidad del auge del shale”.

Los accionistas compraron bajo la promesa de las petroleras de sostener volúmenes de producción que se volvieron imposibles en los campos no convencionales. Tarde o temprano sus papeles se desplomarán, considera un grupo de expertos involucrados con la industria petrolera desde la investigación y la academia desde hace tiempo. Ahora coinciden los lobos de Wall Street.

La hipótesis del diario de la city neoyorquina se sustenta en “un análisis de unos 16 mil pozos operados por los 29 productores más importantes de shale oil”.

Informó el diario económico: “Hace tres años, la empresa Pioneer Natural Resources anunció a los inversionistas que esperaban que los pozos en el shale de Eagle Ford, en el sur de Texas, produjeran 1,3 millones de barriles de petróleo y gas cada uno. Esos pozos ahora parece que están produciendo a un ritmo de 482 mil, un 63 por ciento menos que lo previsto”.

Agregó: “Un promedio de las previsiones de Pioneer en 2015 para los pozos que había fracturado recientemente en Permian (otra área de producción en Texas) sugería que producirían aproximadamente 960 mil barriles de petróleo y gas cada uno. Esos pozos ahora están en camino de producir unos 720 mil barriles, un 25 por ciento por debajo de las proyecciones de Pioneer. La empresa discute estas conclusiones, destacando que asume que sus pozos producirán por lo menos durante 50 años”.

El diario insistió: “Hay otros ejemplos, todos sugieren que los pozos de shale pueden no producir suficiente petróleo con los precios actuales para cubrir los costos de adquisición de tierras, perforación, fracking y producción”.

No cierran los números

El artículo del diario económico advirtió que las 29 compañías del sector sobre las que realizó el seguimiento llevan “gastados 112 mil millones más en efectivo de lo que generaron en sus operaciones de los últimos diez años”.

Directamente puso en dudas que se un negocio seguir operando los campos de shale. "Mientras los prestamistas continúan financiando la producción de shale oil, las participaciones de capital en las compañías de productoras han caído de unos 35 mil millones de dólares en 2016 a alrededor de 6 mil millones el año pasado (2018)", expuso.

Y completó: "En algún momento, Wall Street puede darse cuenta de que los días del petróleo por encima de los 100 dólares, que se necesitan para la producción rentable de shale oil, pueden no regresar y que los mejores lugares para perforar pozos de shale rentables ya no existen”.

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