YPF aumentó las naftas un 2,5 por ciento y el gasoil un 1,75 por ciento este lunes. Los precios de los combustibles fueron desregulados y dolarizados por el gobierno de Mauricio Macri.
Este último aumento fue atribuido al incremento de los precios del petróleo y de los biocombustibles. Al menos esa explicación ensayó la petrolera controlada por el gobierno para sentenciar la suba.
"La decisión del gobierno de aumentar parcialmente el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) ayuda a moderar la suba. Los aumentos, previo a impuestos, están por debajo a la inflación de junio", argumentó la compañía.
El mes pasado, el barril de petróleo Brent de Londres subió 5,68 por ciento, mientras que los biocombustibles se valorizaron un 3,5 por ciento. A la vez, el impuesto ILC subió 4 por ciento, cuando estaba previsto que subiera 11 por ciento.
Las petroleras privadas estaban a la espera del aumento de YPF para seguir en la misma línea. La empresa renacionalizada controla entre el 55 y el 60 por ciento del mercado de los combustibles. Tiene poder para imponer precios.
Los aumentos de los combustibles han sido una constante durante los últimos años. A la par, fue cayendo el consumo, como lo reflejan los datos oficiales revelados por el portal Surtidores.