El juez federal Julián Ercolini ordenó el desalojo de la sede de la Autoridad de Servicios de Comunicación Audiovisual, donde Martín Sabbatella resistía la decisión del presidente Mauricio Macri de intervenir el organismo que tiene a cargo la aplicación de la Ley de Medios.
Ercolini respondió a medidas pedidas por el fiscal federal Carlos Stornelli en el marco de una denuncia presentada por el interventor macrista del organismo, Agustín Ignacio Garzón, contra el kirchnerista Sabbatella por "mal desempeño de sus funciones".
Sabbatella tenía mandato hasta 2017, pero Macri resolvió no acatar esa parte de la legislación y recurrir a la excepción que tiene todo presidente: decretar contra lo que no le conviene y esperar (operar) que la Justicia lo valide como constitucional. En este caso, Macri tiene crédito judicial, un ámbito en el que la luna de miel se evidenció sin rubores.
El radical cordobés Oscar Aguad, ministro de Comunicaciones de Macri, es un intérprete de las reglas que promueve el Grupo Clarín para beneficiarse con ampliación de su influencia en medios y el desarrollo en el sector telefónico. Acordado o no con los operadores del grupo que regentea Héctor Magnetto, el discurso de Aguad representa con fe las necesidades del negocio que planea Clarín para extender su hegemonía.
Aguad trabajará para que cuanto antes se fusionen AFSCA y ASTIC, el ente que regula las tecnologías de la comunicación y que tiene que resolver si Clarín puede o no ser dueño de Nextel, empresa que compró este año para poner una pata en el negocio telefónico. El kirchnerismo lo frenaba. Sabbatella tenía los días contados desde que Macri ganó el balotaje, más allá del mandato legal.