Encabezados por NML Capital, Aurelius, Blue Angel y Olifant, los fondos buitre reclamaron al gobierno de Mauricio Macri una cláusula de confidencialidad en las negociaciones de las sentencias condenatorias hacia Argentina emitidas por el juez de Nueva York Thomas Griesa. Hay -por ahora- 10 mil millones de dólares a favor de los buitres, según las sentencias del anciano magistrado, pero siempre está el juego abierto para que el juez siga agrandando el monto con nuevas sentencias.
La cláusula de confidencialidad es una condición no negociable para los buitres encabezado por Paul Singer para avanzar en un acuerdo para que Argentina les pague los miles de millones de dólares que ha sumado Griesa desde una sentencia primera que involucraba el pago de sólo 1.600 millones de dólares. El gobierno de Cristina Fernández resistió el pago de las sentencias de Griesa por considerar que violaban los derechos soberanos de Argentina. A cambio, abrió la chance a que los buitres cobraran en las mismas condiciones que los bonistas que entraron a los canjes 2005 y 2010, quienes aceptaron el 70% de quita sobre sus acreencias.
Según los trascendidos a través de los medios macristas, el plan del gobierno actual es pagar cerca del 80% del reclamo o, lo que es lo mismo, quitar sólo el 20% del monto que falló Griesa a favor de los buitres, condenando a Argentina a pagar el 100% del valor nominal de los bonos que Singer y sus buitres compraron por menos del 15% del precio nominal. El 93% de los acreedores de la deuda que hizo estallar el neoliberalismo de Domingo Cavallo bajo la conducción política del radical Fernando De La Rúa luego de los denominados "blindaje" y "megacange" que precedieron a una tremenda crisis económica, social y política.
El 7% de los bonos que quedaron sin pagar luego de la declaración oficial protagonizada por el puntano Adolfo Rodríguez Saá en la semana de los cinco presidentes no entraron en los dos tramos del canje diseñado por el kirchnerismo para ordenar la deuda y salir del default con una quita del 70% del total adeudado y una reestructuración lógica con el crecimiento de la economía al momento de las operatorias. En cambio, litigaron en Estados Unidos para cobrar el 100%. Argentina se negó a negociar tal cosa, hasta que Macri envió a Luis Caputo, secretario de Finanzas, escuchar a los buitres para luego hacer una oferta.
En ese interín, los fondos buitre exigieron esconder la cifra y las condiciones del pago de la deuda del país. El 25 de enero las dos partes llevarán propuestas propias. Los buitres se irán de la mesa de discusión si no es secreta la transacción.
Fuente: Infonews