El gobernante Partido Popular (PP, centroderecha) ganaba laselecciones generales en España con 137 diputados, aunque queda lejos de la mayoría absoluta de 176 que le permitiría investir a Mariano Rajoy sin necesidad de apoyos.

Los comicios de este domingo fueron consecuencia de que ninguna fuerza logró anidar los escaños que requiere la mayoría absoluta para formar gobierno tras las elecciones de diciembre del año pasado.

Hubo errores groseros en las encuestas a boca de urna, que dieron segundo a Podemos con chances de conformar un gobierno de izquierdas con el PESOE.

Lo sigue el PSOE (socialistas) con 85 escaños, según el escrutinio al 92 por ciento. Con estos primeros datos, la coalición izquierdista Unidos Podemos quedaría en tercer lugar con 71 escaños.

Mientras tanto, los liberales de Ciudadanos ocupan la cuarta posición con 32 escaños. Por lo que se refiere al resto de los partidos que concurren a estos comicios, las formaciones nacionalistas obtienen los siguientes resultados: ERC (independentistas catalanes), 9; CDC (nacionalistas de centro derecha), 8, y el PNV (nacionalistas vascos), 5.

Estos resultados no alteran significativamente los de las elecciones que se celebraron en España el 20 de diciembre de 2015, cuando los partidos no lograron formar Gobierno.

El Congreso de los Diputados suma 350 escaños, por lo que la mayoría absoluta se sitúa en 176.

Podemos, que no consigue superar al partido socialista (PSOE), reconoció que los resultados obtenidos en las elecciones "no son los que esperábamos", dijo el número dos de Podemos, Iñigo Errejón, quien añadió sobre los resultados: "Retrasan un proceso de cambio político en España que creemos que es irreversible".

En síntesis

España quedó a un paso de un nuevo bloqueo a la gobernabilidad con los resultados electorales de este domingo, salvo que los derechistas de Rajoy acuerden con los centroizquierdistas de PSOE conducidos por Pedro Sánchez, algo difícil de anticipar luego de todo lo que ha pasado entre ambas facciones en los últimos tiempos.

Los dos partidos de la derecha (PP y Ciudadanos) suman más escaños que el 20-D, pero no alcanzan la mayoría absoluta y siguen sin otros aliados.

El PSOE resiste en número de votos, aunque pierde 5 escaños, y se mantiene como líder de la oposición.

Unidos Podemos no rentabiliza la coalición con IU, y queda igual en el total de diputados porque pierde más de un millón de votos en comparación con la suma de los que obtuvieron ambas formaciones por separado.