La Policía de Múnich atribuyó a “un acto de locura” la matanza ejecutada por un alemán de 18 años

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El padre de una de las víctimas ofreciendo declaraciones a la prensa en Múnich.
El padre de una de las víctimas ofreciendo declaraciones a la prensa en Múnich.

La policía de Múnich confrmó que el autor de la matanza que acabó con la vida de 9 personas –solo uno de ellos tenía más de 20 años– y dejó 21 heridos, no tenía relación con ISIS o el terrorismo islamista.

Lo confirmó el jefe de Policía, Hubertus Andrä, en una conferencia de prensa. Sstuvo que no se hallaron vínculos yihadistas aunque sí abundante material violento e información sobre matanzas indiscriminadas. Las autoridades atribuyeron el accionar a un posible "acto de locura".

De momento se sabe que el presunto autor, que se suicidó, era un joven estudiante de 18 años, nacido y crecido en Múnich, con doble nacionalidad alemana e iraní, y sin antecedentes penales. En su historia clínica constan problemas psiquiátricos: "Una enfermedad depresiva".

Vivía junto a su familia –padres y un hermano– y usó un arma para la que no tenía licencia, contó el jefe policial, quien se rehusó contestar muchas de las preguntas de los periodistas para "no perjudicar" la investigación.

Relación con Breivik

Las autoridades no descartaron que el ataque tenga motivaciones nazis debido a la coincidencia con el quinto aniversario de la masacre noruega del ultraderechista Breivik.

"El autor se interesaba mucho y le prestaba mucha atención a actos de masacres, y sí, puede tener algo que ver con ese aniversario", advirtieron, aunque no pudieron especificar si hay conexiones con ideologías ultra.

Se encontraron entre las pertenencias del atacante, entre otras cosas, muchos artículos sobre acciones policiales y un libro titulado Amok, por qué matan los estudiantes.

Ninguna relación con los refugiados

"Ni el ataque ni el atacante tienen relación alguna con el tema de los refugiados", dijo Andrä. Añadió que no hay indicios de que el atacante tuviera cómplices y que de momento no hay ninguna razón para no moverse con normalidad en Múnich.

Desde la tarde del viernes, fuentes policiales apuntaron a un ataque "terrorista" y muchos medios informaron de la posibilidad de un atentado islamista. Ahora la hipótesis de la policía gira a un "acto de locura" que no han vinculado con una ideología concreta, pese a que han sugerido su simpatía por matanzas como la noruega.

El cuerpo del joven fue hallado en una calle aledaña del centro comercial donde se produjo el tiroteo, con un disparo en la cabeza. En la mochila tenía todavía 300 cartuchos para disparar. Para asegurar su masacre citó a través de Facebook mediante un perfil falso a un grupo de jóvenes a las puertas de McDonalds, donde inició el tiroteo.

Luego cruzó al centro comercial, donde siguió su masacre. Desde ese momento, la ciudad se bloqueó y se pidió a los ciudadanos que no salieran a la calle, con mensajes a través de los medios y las redes sociales. Twitter se usó también para que los ciudadanos usaran su casa como refugio a los que estuvieran cerca del área y no pudieran volver a sus domicilios bajo el hastag  #Offenetür . Finalmente se confirmó que el atacante era uno y se había quitado la vida.

Algunos vecinos del atacante relataron a los medios que el autor del tiroteo era un joven tranquilo que trabajaba ocasionalmente como repartidor de periódicos y con pocos contactos. La policía insiste en sus "serios" problemas mentales.

Las fuerzas de seguridad alemanas están en alerta desde el lunes, después de que un refugiado afgano de 17 años cargara con un hacha  contra los pasajeros de un tren de Baviera. El acto fue reivindicado por Estado Islámico.

Fuente: El Diario

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