Ana Celentano, que este jueves estrena No me mates, una película sobre el primer caso resonante de femicidio, sostuvo que “hay mucha hipocresía” en quienes criticaron “las barbaridades” que dijo Gustavo Cordera, pero que luego en sus trabajos desde los medios hacen totalmente lo contrario.
“Hay muchos habladores de radio y televisión que condenaron a Cordera, pero tienen minas en bolas en su programa y cosifican a la mujer, justificando la violación y la violencia que pasa todos los días”, afirmó Celentano en una entrevista con Télam.
El ex vocalista de la Bersuit había dicho en una charla con alumnos de la escuela de periodismo TEA Imagen que “hay mujeres que necesitan, porque son histéricas, ser violadas” y opinó que es "una aberración" que la ley no permita tener sexo con menores que "quieran" mantener relaciones con un adulto.
“Todo el armado del discurso cierra y uno ya lo ha escuchado antes. Es una configuración degradante. Hubo una reacción rápida y contundente (de la gente) y eso ya es terreno ganado, pero hay un bombardeo constante con que las mujeres tenemos que estar divinas, flacas y, además, limpiar la casa”, agregó la actriz.
Celentano interpretó a Corina Fernández, una mujer que sufrió un intento de homicidio por parte de su ex pareja, luego de años de maltrato y violencia, y en cuyo juicio se condenó por primera vez bajo la carátula de “femicidio”, sentando un presente dentro de la jurisprudencia argentina.
El filme, dirigido por Gabriel Arbós, tiene a Fernández en primera persona como narradora de su historia y a Celentano, junto a Alejo García Pintos y otros actores, en la recreación de momentos emblemáticos que marcaron la crueldad con la que Javier Weber trató, desde el noviazgo, a la madre de sus dos hijas.
Si bien la intérprete sostuvo que en los últimos años hubo un avance en derechos humanos, opinó que “hay que ir por más en esta materia porque no sólo se trata de la vida de las personas, sino, también, a su derecho ser felices”.
“Yo tuve una relación de seis años y pico donde no había un maltrato físico, pero sí psicológico. Yo terminaba haciendo cosas que hoy no me creo haberlo hecho. Correr para hacer las compras, por ejemplo. La sociedad te arma para ser de esa manera”, comentó la actriz que en teatro interpreta a Eva Duarte en “Ser Ellas”.
“Tenemos -afirmó- una educación sexista. Parece una tontería, pero no lo es, y en eso tiene que haber un Estado que produzca una educación con otros contenidos. Las mujeres tenemos que decir que no a la reproducción de roles machistas en la pareja y educar a nuestros hijos para que vean al otro como a un igual”.
Si bien el caso de Corina Fernández, como el de Wanda Tadei (asesinada por su marido, el baterista de Callejeros Eduardo Vázquez) y varias mujeres más son extremos en los que se llega a la muerte o al intento de homicidio, Celentano remarcó que esto se da por una sociedad que permite que el machismo tenga expresión.
Así, se ve como “natural” ciertas actitudes que vienen de madres y abuelas, como la de quedarse en la casa para las tareas del hogar y la crianza de los hijos, dejando de lado sus inquietudes personales.
“No estoy en contra de ser ama de casa, pero sí de que implique el anular hacer otras cosas. Hay situaciones que años atrás eran lo 'natural' y parecía que era lo que correspondía, y hoy muchas mujeres no vemos las situaciones de violencia y machismo que vivimos”, resaltó.
“Los roles en la pareja -agregó- es lo que se discute y acuerda, no lo que se da como preestablecido. Mi marido cocina y yo hago los mandados, eso es un acuerdo. Hoy, la mayoría de las mujeres vuelve de trabajar y se hace cargo de las cosas de la casa. Es una batalla muy difícil de dar porque muchas veces una no quiere discutir y, encima, para todo el mundo es natural”.
A su vez, también criticó el rol de los medios, no sólo en el caso Cordera, sino, también, en la parte publicitaria, rama que elije siempre a las mujeres para representar a los estereotipos instalados.
“Hoy tenemos una publicidad muy famosa de un banco donde la figura de la mujer está tremendamente degradada; es la única que gasta y que no le importa ni la casa ni el marido ni el hijo. Hay países que no permiten publicidades sexistas. Acá, el Estado tiene muchísimo para hacer al respecto”, afirmó.
En ese sentido, rescató las figuras de Ricardo Darín y el mexicano Gael García Bernal, quienes negaron papeles en Hollywood porque “siempre” quieren latinos para representar a narcotraficantes.
“Hay actores que tienen más consciencia o están una posición que pueden rechazar los papeles con los que no están de acuerdo. También se le puede dar una vuelta al guión para no caer en estos lugares. Pero los actores también somos mortales que a veces no tenemos trabajo y lo necesitamos. Hay que hacer todo lo posible para que no se cosifiquen las mujeres y para no reproducir este discurso, porque hay cosas naturalizadas que no hay que repetir”, sostuvo.
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