Dos semanas después de su inauguración oficial -y tras una ardua discusión entre las autoridades provinciales y el cirujano Claudio Burgos que tuvo amplia repercusión nacional- las 110 balizas que faltaban para que el aeródromo de San Martín pudiera funcionar de noche fueron colocadas en las últimas horas, informó el Gobierno.
Precisamente esa iluminación nocturna fue el eje de una disputa entre el propio Cornejo y Claudio Burgos, que denunció que esta falta de infraestructura había frustrado transplantes en Mendoza, y a las pocas horas fue acusado de mentir por el gobernador, quien, con información provista por el INCAIMEN, atribuyó a otras razones las cirugías no realizadas.
Las balizas colocadas son de borde de pista, umbral y extremo que se utilizan como ayudas visuales para que los pilotos puedan orientarse a la hora de aterrizar o despegar, principalmente en la noche o cuando las condiciones climáticas así lo requieran.
En cuanto a la iluminación fija, los trabajadores están abocados al cableado y zanjeo de los 4.000 metros de terreno en los que se extenderá este sistema, informó el Ejecutivo.
Mientras duren las reparaciones que se realizan en el aeropuerto El Plumerillo, el aeroclub de San Martín es utilizado como pista de emergencia, razón por la cual se le realizó una remodelación integral que requirió una inversión de $13.795.760.
Además, se realizó el cierre perimetral del costado oeste de la pista, en una extensión de 950 metros utilizando alambrado de siete hilos, esto evitará el ingreso a la pista de animales que puedan obstaculizar la transitabilidad de los caminos de rodaje o de la pista principal.