El socialista Hollande hizo campaña con esa promesa pero luego reculó por presiones de grupos de derecha, quienes también concretaron una marcha para que los homosexuales no puedan casarse ni adoptar niños.
Decenas de miles de personas -150.000 según los organizadores, 60.000 de acuerdo con la policía- se manifestaron este domingo en París para reclamar por el matrimonio homosexual, que es objeto de un proyecto de ley del Gobierno de izquierdas que se tramitará en el Parlamento a finales de enero.
La manifestación, que recorrió varias avenidas del centro de la ciudad entre la plaza de la Bastilla y el Palacio de Luxemburgo, sede del Senado, se celebró un día después de una decena de concentraciones otras tantas ciudades francesas organizadas también por el colectivo Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT).
El LGBT, que convocó las manifestaciones bajo el eslogan de 'Matrimonio para todos', dijo que en la jornada de este sábado salieron a la calle unas 50.000 personas (la policía había calculado menos de la mitad de esa cifra).
Uno de los grandes objetivos del fin de semana para el LGBT era responder a la movilización de los contrarios a la legalización del matrimonio homosexual, que el pasado 17 de noviembre lograron concentrar a más de 100.000 personas contra los planes del Ejecutivo de izquierdas.
No quedarse a medias
Sobre todo teniendo en cuenta que esas mismas asociaciones esperan lograr que sean al menos 200.000 en otra jornada de manifestaciones contra el matrimonio homosexual el próximo 27 de enero, a dos días del inicio de la tramitación parlamentaria de la proposición legislativa.
Otra de las metas las marchas de LGBT es presionar al Gobierno para que se cumpla plenamente la promesa de campaña del actual presidente francés, François Hollande, de legalizar el matrimonio para todas las parejas, al margen del sexo de sus componentes, y la adopción igualmente para todos.
El proyecto de ley adoptado por el Consejo de Ministros a su juicio no cubre todas sus expectativas, en particular al no incluir el derecho a la procreación asistida para las lesbianas -que ya existe en España o en Bélgica- y que Hollande justificó el pasado miércoles, aunque también dejó a la discreción "soberana" del Parlamento la incorporación de este punto.
Una forma de indicar que aunque su voluntad inicial no era incluir esa cuestión en la legalización del matrimonio homosexual, si los parlamentarios de izquierdas presentan una enmienda a ese respecto, el Gobierno no se opondrá e incluso podría respaldarla.
A la manifestación de esta tarde acudió "a título personal" la ministra de Ecología, Cécile Duflot, pese a que el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, había pedido a los miembros de su Ejecutivo que no hicieran acto de presencia.
La ecologista Duflot lo explicó porque ha sido "militante desde siempre" de esa reivindicación.