
El martes 25 de noviembre, el centro de Mendoza será escenario de una confluencia de luchas que, aunque distintas en sus consignas, comparten un mismo espíritu de resistencia. Por un lado, la movilización convocada por Ni Una Menos Mendoza en el marco del Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres. Por otro, la vigilia organizada por las Asambleas por el Agua frente a la Legislatura, en la antesala de un plenario de comisiones decisivo sobre el proyecto minero San Jorge. Dos reclamos que se entrelazan en las calles y que ponen en tensión la agenda política y social de la provincia.
La marcha feminista
“Alzamos la voz otra vez este 25N, nos encontramos para denunciar las violencias que atraviesan nuestros cuerpos y territorios, y para defender el derecho a vivir libres, dignas y sin miedo”, señala la convocatoria difundida por Ni Una Menos. La concentración está prevista a las 18.30 en el kilómetro cero, en Garibaldi y San Martín, desde donde se iniciará un recorrido por avenida Las Heras hasta Patricias Mendocinas. El cierre será en la plaza Independencia, con la lectura de un documento colectivo.
Los femicidios no cesan en Argentina y Mendoza registra 8 este 2025
El contexto es alarmante: en Mendoza ya se registran ocho femicidios en lo que va del año, cifra que supera los cinco ocurridos en 2024. A nivel nacional, el Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano” contabilizó entre noviembre de 2024 y noviembre de 2025 260 víctimas de violencia de género, entre ellas 237 femicidios de mujeres y niñas, tres trans/travesticidios y un lesbicidio. Solo en octubre y noviembre se produjeron 36 femicidios, un trans/travesticidio y cinco femicidios vinculados de varones. Las organizaciones denuncian además el vaciamiento de las políticas de género y la falta de compromiso estatal en la prevención y protección.
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El 25 de noviembre se recuerda en todo el mundo a las hermanas Mirabal, asesinadas en 1960 en República Dominicana por oponerse al régimen de Rafael Leónidas Trujillo. “Las mariposas”, como se las conoció, se convirtieron en símbolo mundial de la lucha contra las violencias de género. Desde 1981, el 25 de noviembre es un día de memoria y acción feminista en toda América Latina.
La vigilia por el agua
Mientras tanto, la Legislatura mendocina se prepara para un debate que promete ser histórico. El mismo martes 25 se realizará el último plenario de comisiones para tratar la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto minero San Jorge, que propone la extracción de oro y cobre a gran escala en el valle de Uspallata. El oficialismo busca dictamen favorable para llevarlo al recinto de Diputados el miércoles 26, catorce años después de su rechazo en 2011.
El gobernador Alfredo Cornejo interpretó su reciente triunfo electoral como una “licencia social” para avanzar con la megaminería. La discusión llega en un contexto de ofensiva política: flexibilización de licitaciones, cuestionamientos a la Ley de Glaciares y la elaboración de guías para habilitar minería en zonas periglaciares. Incluso Estados Unidos ha mostrado interés: el embajador Peter Lamelas recibió a Cornejo en el Palacio Bosch, donde San Jorge fue uno de los temas centrales, en un gesto que revela la importancia estratégica de los minerales mendocinos para la transición energética global.
Frente a este escenario, las Asambleas por el Agua y movimientos sociales anunciaron una vigilia en la plaza Independencia el martes y protestas frente a la Legislatura mientras se desarrolle el debate legislativo. Buscan repetir la masividad de diciembre de 2019, cuando la movilización popular logró frenar la reforma de la Ley 7722, que protege el agua de la provincia. El oficialismo, en cambio, confía en su mayoría propia para sacar el proyecto, a lo que se sumarán votos del PJ (que impulsó el proyecto durante la gobernación de Paco Pérez) y bloques aliados.

Dos luchas, un mismo día
El 25 de noviembre en Mendoza será, entonces, un día de doble resistencia. Las calles se llenarán de voces que denuncian la violencia machista y de cuerpos que defienden el agua como bien común. En la plaza Independencia confluirán las consignas feministas y ambientalistas, recordando que la defensa de la vida atraviesa tanto los cuerpos como los territorios.
La coincidencia no es casual: ambas luchas ponen en cuestión modelos de poder que buscan silenciar, extraer y dominar. En un mismo día, Mendoza será testigo de cómo la memoria de las hermanas Mirabal y la defensa de la Ley 7722 se entrelazan en un grito colectivo que exige dignidad, justicia y futuro.

