El gobernador Francisco Pérez a instancias del Partido Justicialista provincial suspendió el proceso de reuniones por la transición con el electo Alfredo Cornejo. Este martes estaba prevista una nueva reunión entre los equipos de transición designados por ambas partes, pero el encuentro sólo sirvió para que los delegados oficialistas comunicaran la decisión de Pérez a los radicales.
En el seno del oficialismo le replantearon a Pérez el avance en un proceso de transición como el que se insinuó en los días posteriores a la victoria en las elecciones adelantadas de Mendoza del radical Cornejo, quien invitó al mandatario en funciones a desayunar el día posterior a los comicios.
El gesto fue aplaudido por el establishment económico y de divulgación, que se perdió el fondo de la cuestión: "Es imposible una transición de seis meses sin cogobierno. Y no podemos admitir la imagen de un cogobierno", como le dijeron los principales dirigentes del PJ que quedaron en pie después de la derrota al gobernador.
Este martes se oficializó la postura del peronismo aceptada por Pérez a partir de la revelación que hizo el equipo de funcionarios encabezado por el ministro de Gobierno, Rodolfo Lafalla, designados por el mandatario en un principio para reunirse con los radicales.
Los ministros Rodolfo Lafalla (Gobierno), Juan Gantús (Hacienda) y Marcelo Costa (Agroindustria) junto al el secretario Legal y Técnico de la Gobernación, Francisco García Ibáñez, interpretaron a Pérez en la frustrada transición, mientras que el diputado nacional Enrique Vaquié y diputado provincial Martín Kerchner actuaron en el nombre de Cornejo. También estuvieron los jefes legislativos Jorge Tanús (Diputados) y Eduardo Bauzá (Senador).
Un mes después de las elecciones, se oficializó el fracaso de un ámbito que confundía el traspaso de datos entre mandatarios con el cogobierno del Estado.
La causa principal del letargo que padecerá la gestión de Pérez es la decisión del gobernador presionado por el peronismo de Mendoza que adelantó las elecciones a seis meses antes del traspaso del poder constitucional.
Pérez convivirá con la ostentación de la totalidad de esa prerrogativa pero con el poder real transitando una ruta distinta a la suya. En el presente de Pérez conviven la ostentación del poder legal para administrar el Estado con la carencia absoluta de sustento en las variables que definen los actores del poder real.
La otra definición que comunicó el oficialismo fue la de cerrar la discusión del presupuesto 2015. El gobierno terminará el año con la pauta 2014 como referencia manejada en los márgenes de discrecionalidad que permite la ley.
