35 de las 46 mujeres que han presentado denuncia en los últimos meses acusando al cómico Bill Cosby de haberlas violado protagonizan la última e impactante portada de la prestiosa revista 'New York'. En blanco y negro, en cuatro filas y sentadas en sillas con las manos apoyadas en las rodillas, todas ellas, en su inmensa mayoría blancas y de edades diversas, posan en actitud seria, muy seria, sobre un pie de foto que les pone nombre y apellido. Algo así como un 'J'accuse' a lo bestia, un Zola pero lo grande, en primera plana, para el mundo entero.
La silla número 36 está vacía, quizá por la sospecha de que la lista de mujeres agredidas sexualmente por aquel ginecólogo de vistosos jerséis llamado Cliff que nos hizo reír a todos en los años 80 no acaba aquí.
Las agresiones ocurrieron a lo largo de cuatro décadas. Las víctimas: modelos, actrices, camareras, periodistas y hasta amigas cercanas al protagonista de 'La hora de Bill Cosby' (The Cosby Show'). Actualemente, sus edades oscilan entre los 20 y los 80 años. Sin embargo, todas explican una forma parecida de proceder por parte del actor, ahora en el centro de la diana de la prensa mundial.
Entre los testimonios que recoge la revista, hay el de varias mujeres que cuentan que Cosby las convocó para supuestas "clases de actuación". Al llegar a la cita, el actor supuestamente las drograba antes de abusar de ellas. A veces las violaciones las cometía el cómico solo, pero a veces las "compartía" con amigos suyos.
Cuentan las víctimas que Cosby les metía fuertes tranquilizantes en el vino y en los combinados a los que las invitaba. El mismo actor ha admitido públicamente esta cuestión.
Hasta hace poco más de una década, la fama y el prestigio del actor nacido en Filadelfia hace 78 años era proporcional al control que ejercía sobre los medios de comunicación más importantes. Sin embargo, estas mujeres que conocieron su peor cara han podido compartir ahora sus experiencias en las redes sociales y explicarlas al mundo entero. Aquí el actor no ha podido extender sus tentáculos. Y ellas han podido, así, pedir ayuda.