Por Gabriela Valdés
@gabivaldes
La Vendimia Gay pasó, en pocos años, de ser una fiesta ninguneada y en la cual los funcionarios miraban para otro lado a convertirse en estandarte principal del Ejecutivo Provincial y un instrumento de ganancia para sus organizadores, casi sin escala. Vientos de cambio en los gobiernos soplaron como música de fondo de la mudanza de la fiesta, que hizo sus petates del mundo under a la gran vitrina del discurso de la integración.
De igual manera, Florencia de la V pasó de ser una más entre el público de la fiesta cuando se hacía en Queen, tal como recuerda Ana Laura Nicoletti, quien fue durante años el alma máter de esa celebración, a la estrella principal de la fiesta. "Ella estaba en el público, como una más", apuntó la vedette sobre esos inicios en que había que remarla para conseguir sponsors y prensa.
En los inicios del 2000, cuando un periodista consultaba en rueda de prensa por la Vendimia Gay y sus protagonistas los funcionarios se ponían incómodos y se tiraban el tema como si fuera una papa caliente. En una de las ediciones, incluso, hubo transecuales y travestis que pidieron formar parte del Carrusel.
"Eh, este.. que...", se incomodó el entonces encargado de Cultura, Guillermo Romero, cuando le preguntaron sobre esa posibilidad. La misma escena se repitió varios años acerca de la inclusión o no de la fiesta como parte de los festejos oficiales.
Pero la propaganda del todos y todas es una bandera nacional que nadie se atreve a discutir, y así la fiesta gay, que antes era un reducto considerado "under" ganó vidriera provincial y nacional, ganó prensa, y ganó en plata: de una entradita de $15 que se pagaba en Queen ese precio se multiplicó varias veces.
Se la sacó también de su ámbito en las afueras de Dorrego o del Cámping Arco Iris (donde se hacía cuando empezó a convocar más público), y se la trasladó al alfombrado Ángel Bustelo, primero, y ahora al Arena Maipú, y la organización quedó en manos de los hermanos Fernando y Gabriel Canci.
Ahora es el propio ministro de Turismo, Javier Espina, quien la muestra orgulloso en Buenos Aires. Y desde las oficinas de Gobierno se envía la gacetilla para todos y todas. Cambio de época total.
Florencia de la V ya no está en el anonimato del público sino como figura principal. "Lo que ha crecido esta fiesta me llena de orgullo. Yo siento que esta Vendima es una victoria grande. Creo que la ciudad de Mendoza al otorgarle el título de fiesta nacional, para todos, es un logro y es bárbaro que la provincia participe porque hace 18 años atrás eso era un sueño”, señaló en el lanzamiento porteño..
La otrora conductora histórica de la fiesta, la Turca, insistió al respecto: "Con Florencia tengo la mejor, me alegra que ella esté al frente", y señaló que no participa de la fiesta por haberse desvinculado de la productora que la lleva adelante.
La fiesta se realizará el 9 de marzo en el Arena Maipú Stadium, Mendoza y fue presentada además por la actriz y vedette Florencia de la V; la Coordinadora de Producto LGBT de instituto Nacional de Promoción Turística, Graciela Mundielli, Pablo de Luca, presidente de la Cámara de Comercio Gay Lésbica Argentina, y el creador de la Vendimia Gay, Tito Bustos, junto con los productores actuales, Fernando y Gabriel Canci.
