Ministro Bassin: "La entrega del exD2 a organismos de DD.HH es 'El' hecho político del gobierno de Pérez"

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Bassin es ex párroco y tiene militancia social desde sus épocas vinculado a la iglesia. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza
Bassin es ex párroco y tiene militancia social desde sus épocas vinculado a la iglesia. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

Este miércoles volvieron a reunirse miembros del MEDH con referentes del ministerio de Desarrollo Social para coordinar la entrega del ex Centro Clandestino de Detención D2 a los organismos de DD.HH., que se concretará el 12 de septiembre en el marco del  Primer Foro de ex presos políticos latinoamericanos, y para lo cual se dispuso el traslado de 270 policías a la Base Cóndor.

Lo confirmó el ministro del área, Cristian Bassin, en entrevista con Radio Nacional en la tarde de este lunes. El funcionario hizo referencia a que el espacio será manejado institucionalmente por ex detenidos y/o referentes de los DD.HH y ponderó el traspaso del Palacio Policial como "un hecho de gran significancia. Después de la exEsma es lo más trascendente en el país. Es 'el hecho' en el gobierno de Pérez".

Por otra parte, Silvia Montiveros, una de las ex detenidas e integrantes del MEDH que participa de la coordinación del nuevo espacio, recalcó la necesidad de que "no sea un museo, sino un sitio activo donde puedan ir todos".

En agosto de 2013 el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur (Ippdh) puso on line el primer catálogo de fondos documentales que contienen archivos sobre las acciones y políticas represivas vinculadas a la Operación Cóndor, donde reúne la información de 155 fondos situados en los distintos países de la región y entre los cuales se encuentra el Centro de Documentación Histórica de la UNCuyo, donde se resguardan los documentos del ex D2, que, se estima, podrán ser trasladados al nuevo espacio.

Ese centro de documentación es custodia de todos los expedientes del D2, ex departamento de inteligencia de la Policía de Mendoza, que tenía "la función de recibir a los secuestrados, mantenerlos en cautiverio y asentar la información, obtenida bajo tortura, en los ficheros clasificados por actividades en base a un mapeo ideológico realizado previamente. Luego, respondiendo a las disposiciones del Comando de Brigada, se decidía su destino: podían ser legalizados e ir a la Penitenciaría de Mendoza, trasladados a otro centro de detención o desaparecer”, señala la guía del Ippdh.

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