El presidente de Bolivia Evo Morales viajó a Austria para estar el lunes en la reunión de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, ante la que defenderá el cultivo e industrialización de la coca. Morales y su ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, partieron en la madrugada del domingo hacia Viena, donde ya está el canciller David Choquehuanca.
El gobernante participará mañana en la reunión de la Organización de Naciones Unidas (ONU), después de que el organismo aprobara en enero el regreso de Bolivia a la Convención antidroga de 1961 con una reserva sobre el masticado de la hoja de coca o "acullicu".
Morales defendió siempre que la coca en estado natural no es una droga y su masticado es una práctica cultural arraigada desde hace siglos entre los pueblos indígenas y campesinos de su país.
La Paz había decidido el 29 de junio de 2011 quedar fuera de la convención antidrogas, aunque seis meses después pidió a la ONU su readmisión pero con una reserva: despenalizar el masticado de coca.
El veto de Estados Unidos, Rusia, Canadá, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Francia, Italia, Holanda, Suecia, Finlandia, Portugal, Israel, Japón y México no alcanzó para impedir el retorno de Bolivia con la reserva. Se requería el veto de 62 de 184 países.
La reserva sobre el "acullicu" solo tiene aplicación en Bolivia, ya que la ONU mantiene la penalización sobre la hoja de coca porque contiene los alcaloides base para la producción de la cocaína, lo cual impide la comercialización internacional de la planta.
"El presidente hará toda una campaña internacional sobre el tema de la coca para que los países vayan comprendiendo de que se está hablando sobre sus posibilidades de industrialización", explicó la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, a la agencia EFE.
En Viena, el mandatario comenzará un proceso de "socialización" de los proyectos que tiene su país para industrializar la coca en varios tipos de productos de uso en la medicina, la alimentación o las bebidas, destinados al mercado legal internacional.
Morales, líder de los productores de coca de la zona del Chapare de Bolivia, buscó desde el 2006 industrializar los productos derivados de la planta, el veto externo sobre la hoja dificultó ese paso.
El martes, Morales viajará a París para reunirse con su par Francois Hollande, para pasar revista a las relaciones bilaterales, proyectos de cooperación y hablar de la actuación de empresas francesas en la economía boliviana, informó la estatal agencia ABI.
"Es un encuentro amistoso para analizar temas de interés", dijo Dávila al señalar que, por ejemplo, Morales siempre ha destacado el comportamiento de la empresa petrolera francesa Total que cumple con las reglas del juego en el sector en Bolivia.
La ministra dijo que la compañía gala tiene una relación "absolutamente de consenso y cordial" con la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que es la empresa a cargo de aplicar la política de nacionalización petrolera desde 2006.