El gobernador Francisco Pérez está en campaña de tranquilizar a los involucrados en el negocio de las sales de potasio de la cuenca del río Colorado, en Malargüe. En ese tren cargó contra la minera Vale por desertar del emprendimiento y transmitió la seguridad de que el proyecto extractivo será sostenido con el aval de la presidenta Cristina Fenándes.
Pérez se refirió a la crisis de la mina Potasio Río Colorado durante un acto en la Casa Rosada en el que estuvieron los intendentes peronistas de Mendoza y los ministros del gabinete nacional Julio De Vido y Juan Manzur. El mendocino ganó elogios de los funcionarios kirchneristas y aprovechó para promociona la reelección de Cristina en la Nación y la suya en la provincia, aunque todos los oídos estaban sintonizados para decodificar algún anuncio sobre el futuro de la explotación minera malargüina.
"Vamos por más, nos dijo Cristina. El proyecto se va a llevar adelante, con o sin Vale. Estas son las decisiones que nosotros ponemos en valor, porque son decisiones estratégicas que llevan a solucionar los problemas, y no son parte del problema mismo como lo que plantean otros", señaló el gobernador mendocino.
El mandatario, que antes hablaba maravillas del aporte que Vale haría a la economía provincial y nacional al tiempo que descalificaba a los críticos de los métodos habituales que la empresa brasileña utiliza en sus negocios por el mundo, se despachó con todo contra la compañía, a la que hasta acusó de "extorsionadora" por la actitud asumida desde diciembre cuando frenó las operaciones en Malargüe.
"Es de conocimiento público el accionar intempestivo, irresponsable, extorsionador en algún aspecto como se ha vivido, y además lo más informal que he visto en mi carrera profesional y política. Al día de hoy, Mendoza, siendo el ámbito de aplicación, no ha recibido notificación alguna de cuál es la situación de la empresa Vale en la provincia. Todos ha sido menos trascendidos políticos o una información formal al ministro De Vido", aseveró.
Pérez consideró que el comportamiento de Vale no tiene nada que ver con el gobierno de Dilma Rousseff porque "se trata de una empresa con capitales de varios países que fija domicilio en el lugar que le conviene".
El gobernador se quejó porque Vale "nunca evaluó las posibilidades de una reingeniería del proyecto", y acusó a la compañía de una mala administración. "Contrataban a empresas brasileñas, que subcontrataban a otras empresas, que incurrían en un gasto superfluo", sostuvo.
Frente a una tribuna íntegramente K, Pérez se floreó en uno de los deportes favoritos del kirchnerismo: el lanzamiento de dardos al ex vicepresidente Julio Cobos. En ese terreno, el mandatario metió la mano al bolso y sacó una acusación que él y su gobierno tienen a flor de piel cada vez que el candidato diputado del radicalismo se les cruza en el medio. Lo trató de "opinador crónico".
Informe Explícito: La crisis de la mina Potasio Río Colorado
