El famoso apotegma cotidiano "ya salió en Los Simpsons" se corporizó en Neuquén. Al menos para el gremio de docentes, que comparó las pruebas estandarizadas del Operativo Aprender con el capítulo de la famosa serie animada en la que Bart y los otros "malos alumnos" de la escuela son enviados a Ciudad Capital para no estar en un examen nacional que seguramente reprobarían, mientras, Lisa se preocupa por no poder resolverlo a la perfección.
Se trata de "Cómo se ganó la prueba", capítulo 11 de la temoporada 20. En el episodio, la escuela primaria de Springfield se prepara para un examen que decidiría la cantidad de dinero que se destinaría a la escuela. Para asegurar el éxito, el Superintendente Chalmers hace que los peores estudiantes de la escuela, junto al director Skinner, salgan de la ciudad. Se reflejan satíricamente las nefastas consecuencias de la ley No Child Left Behind (NCLB), impulsada por el ex presidente George W. Bush, sancionada en el año 2002 y derogada en el 2015 por las protestas de familias y trabajadores de la educación.
La secretaria adjunta de ATEN, Susana Delarriva, lo comparó con el Operativo Aprender: "Ese nombre que le pone el Gobierno Nacional da cuenta de que no es una evaluación sino una medición. Cuando me toca explicar porqué nos oponemos. Y yo les pido que recuerden un capítulo de Los Simpson donde vienen los evaluadores a la escuela y el director encierra a Bart porque sabía que si hacía la prueba el promedio de la escuela fracasaba y no iba a recibir subsidio del Estado".
Y agregó: "Entendemos que el objetivo final de estas evaluaciones es establecer un ranking de escuelas, donde después verán dónde ponen el dinero según los sectores que aprendieron, quiénes son los maestros de esos pibes que ellos dicen que no aprendieron. No es una prueba diseñada en el Ministerio de Educación, vaya a saber en qué oficina del Fondo Monetario ha sido diseñada. Es la misma prueba que se les toma a todos los niños y niñas desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, a los acomodados de la zona Norte, a los hijos de funcionarios que mandan a escuelas privadas. Es la misma prueba y no toma en cuenta las condiciones de aprendizaje, a los pibes excluídos, a los que no pueden ir a la escuela porque no tienen zapatillas ni para comer".
El gremio convocó a un paro docente para el día en que se toma la prueba: el 18 de septiembre, tal como se hizo el año pasado. Esto hizo que los resultados de Neuquén no pudieran tomarse como medida estadística sino de forma ilustrativa en los resultados finales. "Nuestras compañeras no son evaluadoras, no son veedoras, les están poniendo un trabajo no reconocido en el estatuto del docente", indicó Delarriva.
El gobierno insiste: la prueba se hace
Haciendo caso omiso a los reclamos del gremio y al paro, la ministra de Educación, Cristina Storioni, aseguró que la prueba se llevará adelante en unos 356 establecimientos escolares y que más de 11 mil estudiantes de toda la provincia.
"En esta oportunidad se evaluará a estudiantes de sexto grado del nivel primario de todas las escuelas de la provincia (tanto estatales, privadas, urbanas y rurales), en contenidos con participación de maestros y acordados por todas las provincias en Matemática y Lengua", aseguró la funcionaria.
La titular de la cartera educativa recalcó que, según consta en las resoluciones Nº 324/17 del Consejo Federal de Educación y 1328/18 del Consejo Provincial de Educación, los directivos de los establecimientos tienen la obligación de tomar el rol de veedor, y los estudiantes, de asistir a la prueba.
“Esta es una instancia donde podemos revisar y rediseñar en materia educativa con la información relevada, que permite elaborar informes a nivel país, región, provincia y escuela, no sólo de los resultados de las evaluaciones sino también de lo relevado respecto al clima y contexto escolar”, destacó Storioni.