Después de varias horas de careo en un tribunal de Burdeos, el ex presidente francés Nicolás Sarkozy fue imputado por "abuso de debilidad" en la causa que investiga los presuntos pagos ilegales de la familia Bettencourt, a la campaña que lo llevó al palacio de Elíseo en 2007.
La causa comenzó en julio de 2010, cuando el ex contador de los Bettencourt, una de las mayores fortunas del país, declaró ante la Justicia que el ex hombre de confianza de los Bettencourt le había pedido 150.000 euros en efectivo para entregarlos al tesorero del partido de Sarkozy durante la campaña presidencial de 2007.
Ese tesorero, Eric Woerth, devino en ministro de Presupuesto y más tarde de Trabajo de Sarkozy, y finalmente en 2010, cuando las denuncias del sitio de periodismo Mediapart, se concretaron en una investigación judicial, tuvo que renunciar y salir definitivamente del gobierno.
Ahora el juez Jean-Michel Gentil intenta determinar si Sarkozy cometió un "abuso de debilidad" al demandar sumas de dinero a la heredera de L`Oreal, quien en ese momento tenía 85 años.
La causa contra Sarkozy nació por casualidad de otra causa, abierta por la hija de la multimillonaria, quien había acusado a un reconocido fotógrafo francés de "abusar de la debilidad" de su madre para obtener dinero y regalos. En la etapa indagatoria, apareció la declaración del ex contador de los Bettencourt.
El ex mandatario se presentó en el Palacio de Justicia de Burdeos como "testigo asistido" en una serie de careos con miembros del personal doméstico de la multimillonaria Liliane Bettencourt. El juez quería determinar cuántas veces había visitado la casa de los Bettencourt durante la campaña de 2007.
Desde el comienzo de la causa, Sarkozy ha sostenido que sólo había ido a la mansión de los dueños del emporio L`Oreal una vez durante la campaña; mientras que el mayordomo, Pascal Bonnefoy, sostiene que lo vio en repetidas ocasiones y que en todas ellas se reunió con la dueña de casa.
Al terminar el careo, el juez decidió imputar a Sarkozy por "abuso de debilidad", elevando a 17 el número de imputados en la causa.
El abogado del ex presidente, Thierry Herzog, calificó a la imputación de "injusta e incoherente", y aseguró que va a recurrirla "inmediatamente" ante el Tribunal de Apelación de Burdeos, según informó la agencia de noticias EFE.
La noticia de la imputación del ex presidente sacudió al mundo político francés, en un momento en que, dada la lucha intestina que carcome la centro-derecha, se comenzaba a especular sobre una posible vuelta del ex mandatario, quien perdió las elecciones hace menos de un año.
